La guerra de los burdeles

La polémica en torno a la anunciada decisión de las autoridades de Grecia de ampliar el número de burdeles, que en aquel país son considerados una actividad legal, en ocasión de celebrarse los Juegos Olímpicos correspondientes al año 2004, ha enfrentado duramente a las ministras de Igualdad (entre los sexos) de Suecia y Dinamarca, Margareta Winberg y Henriette Kjaer, respectivamente. El problema surgió cuando esta última se negó a firmar una carta que representantes con rango de ministros de Estado de siete países de la Unión Europea dirigieron al alcalde de Atenas expresa...

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La polémica en torno a la anunciada decisión de las autoridades de Grecia de ampliar el número de burdeles, que en aquel país son considerados una actividad legal, en ocasión de celebrarse los Juegos Olímpicos correspondientes al año 2004, ha enfrentado duramente a las ministras de Igualdad (entre los sexos) de Suecia y Dinamarca, Margareta Winberg y Henriette Kjaer, respectivamente. El problema surgió cuando esta última se negó a firmar una carta que representantes con rango de ministros de Estado de siete países de la Unión Europea dirigieron al alcalde de Atenas expresando su radical desacuerdo con la medida anunciada. Winberg expresó su extrañeza por la actitud de su colega y calificó la decisión de "lamentable e inconsecuente", recordando que Dinamarca había acompañado a los demás países nórdicos en la campaña contra la explotación sexual organizada de jóvenes mujeres de los países bálticos. Kjaer respondió que su colega sueca es "autosuficiente e infantil". "La prostitución en Grecia", agregó, "es legal, y no vamos a ser nosotros quienes vayamos a señalarlos con el dedo. Bastantes problemas propios tenemos ya", sentenció Kjaer, "para que todavía vayamos a agregarnos ajenos".-

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