Reportaje:

Los héroes de Nueva York

Policías y bomberos de todo el mundo toman el lugar de los nadadores en la montaña olímpica de Montjuïc

Aún no se habían marchado los espectadores del Palau Sant Jordi que asistían a la última jornada de los Campeonatos Mundiales de Natación cuando, en el vecino estadio Olímpico Lluís Companys arrancaba la ceremonia de inauguración de los X Juegos Mundiales de Policías y Bomberos, una competición que reúne a más atletas (10.500) de los que participaron en los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Los hombres de la placa, del casco y la manguera, estarán en Barcelona durante toda la semana. Más de 4.300 competidores son españoles y rivalizarán con el resto de cuerpos de seguridad del planeta bajo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Aún no se habían marchado los espectadores del Palau Sant Jordi que asistían a la última jornada de los Campeonatos Mundiales de Natación cuando, en el vecino estadio Olímpico Lluís Companys arrancaba la ceremonia de inauguración de los X Juegos Mundiales de Policías y Bomberos, una competición que reúne a más atletas (10.500) de los que participaron en los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Los hombres de la placa, del casco y la manguera, estarán en Barcelona durante toda la semana. Más de 4.300 competidores son españoles y rivalizarán con el resto de cuerpos de seguridad del planeta bajo un lema común: "Se la juegan por ti". La entrada, cuyo precio oscilaba ayer entre los 6 y los 12 euros, perderá desde hoy todo protagonismo, porque asistir a las diversas pruebas no costará nada.

Los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, presidieron la inauguración de los juegos. El estadio estaba lleno hasta más de dos tercios de su capacidad -unas 40.000 personas-, mayormente familiares de los participantes que vitoreaban a los suyos cuando desfilaban por la pista. Una patrulla de aviones del Ejército del Aire sobrevoló los cielos de Montjuïc. Dibujó, primero, la senyera catalana y luego la bandera española. Era el pistoletazo de salida; policías y bomberos de 55 países desfilaron por la pista de color del estadio. Destacaron, por su colorido, los bomberos brasileños y la Delegación de la República Checa, que inició la ola para que la siguiera el público.

La breve presentación del evento corrió a cargo de Constantino Romero. Fue entonces cuando se guardó un minuto de silencio por los héroes ausentes, los policías y bomberos que murieron en los atentados del 11 de septiembre en Nueva York. "Queremos rendir homenaje a todos los profesionales que perdieron la vida en acto de servicio", explicó la organización. "Se trata de mejorar las relaciones con la sociedad y de que se reconozca nuestra labor".La Guardia Urbana de Barcelona no pudo faltar en el desfile, si bien con un perfil más festivo del habitual, pertrechada de trompetas y tambores. La ceremonia la colorearon el fuego, las tracas y los bailes de demonios. La coreografía la hilaron 720 voluntarios de las colles más representativas de las fiestas de Cataluña. También llegaron más de un centenar de gaiteros, un espectáculo de percusión.

En mitad de la ceremonia, en un recuerdo emotivo y simbólico hacia quienes se dejaron la vida en las dos Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, siete jóvenes y un bombero de la ciudad de los rascacielos custodiaron el paseo de la bandera de los Juegos por el recorrido ovalado del Olímpico. No fue el único homenaje. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, tuvo palabras de recuerdo a varios agentes muertos en atentados de ETA. "Nos sentimos orgullosos de vuestro trabajo y queremos reconocerlo", subrayó el alcalde. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el ministro del Interior, Ángel Acebes y otras autoridades presenciaron el desfile de los agentes.

La ceremonia fue diseñada por la empresa Mark Line, del grupo Bassat Ogilvy, la misma que se encargó de la inauguración de los Juegos de 1992. En este caso, el encendido del pebetero lo realizó Rob Carlo, un bombero de Nueva York, que descendió de un helicóptero hasta el pebetero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La peculiar reunión deportiva celebró su primera edición mundial en 1985 y se celebra cada dos años. La iniciativa nació en Estados Unidos. Desde entonces, Canadá, Australia, Suecia, los propios EE UU y ahora España han sido los países organizadores.

Los juegos incluyen una enorme cantidad de pruebas -hasta 64 modalidades- en las que se participa en distintos grupos en función de la edad y el sexo. La lista de pruebas recorre cualquier expresión clásica del deporte -natación, atletismo, fútbol o ciclismo, entre otras- y las hacen convivir además con otras mucho más peculiares que reflejan el oficio de los participantes, como tirar de la soga, lanzar herraduras o subir escaleras. Barcelona pone al servicio de estos peculiares juegos su potente infraestructura deportiva: desde la práctica totalidad de las instalaciones de la montaña olímpica de Montjuïc, hasta el Port Olímpic, Les Corts o la Vall d'Hebron. También se celebrarán pruebas en Castelldefels, Igualada, Sabadell, Montmeló y El Bruc.

La nota negativa la puso ayer el monumental atasco que se produjo cuando coincidió la salida de los espectadores y organizadores de los Mundiales de Natación y los de los Juegos de Policías y Bomberos.

Siete cazas del Ejército trazaron en el cielo de Barcelona los colores de la senyera y de la bandera española.MANOLO S. URBANO

Archivado En