Un campeón cansado

Igual que no hay ningún ciclista que haya ganado cuatro Tours, y como si hubiera una barrera invisible, un tope físico o mental, ninguno de los grandes campeones de la historia del ciclismo ha sido capaz de pasar de cinco victorias. Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain, los cuatro miembros del 'club de los cinco', no fueron capaces de superar los problemas que les planteó el intento de un sexto. Lance Armstrong no parece inmune a lo que les ocurriera a sus antepasados y ayer, tras emitir el suspiro de alivio más grande de su vida -el que soltó al cruzar la línea de ...

Igual que no hay ningún ciclista que haya ganado cuatro Tours, y como si hubiera una barrera invisible, un tope físico o mental, ninguno de los grandes campeones de la historia del ciclismo ha sido capaz de pasar de cinco victorias. Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain, los cuatro miembros del 'club de los cinco', no fueron capaces de superar los problemas que les planteó el intento de un sexto. Lance Armstrong no parece inmune a lo que les ocurriera a sus antepasados y ayer, tras emitir el suspiro de alivio más grande de su vida -el que soltó al cruzar la línea de la meta de la contrarreloj de Nantes-, y ganar el Tour más difícil de su carrera, así lo dijo. "Otros años empiezo a preparar el siguiente Tour el lunes después del domingo final en París", explicó, con aire viejo, con ánimo cansado. "Pero este año, no. Antes de pensar en el Tour de 2004 me tomaré unos días de descanso y me alejaré del ciclismo, voy a estirar las piernas y a relajarme. Luego reflexionaré y analizaré las circunstancias. Después decidiré si estaré aquí el año próximo. Sólo volveré si estoy seguro de alcanzar el nivel de mis cuatro primeros Tours. Si vuelvo no será para quedar segundo o perderlo. Sólo volveré si me encuentro mejor que este año, en el que mi forma física era inaceptable".

Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain no lograron superar el reto de ganar el sexto Tour

Anquetil ganó su quinto Tour a los 30 años, Merckx a los 29, Hinault a los 30 e Indurain recién cumplidos los 31. Armstrong cumplirá 32 en septiembre y no ha podido evitar durante las tres semanas de dureza y tensión en que ha consistido su quinta conquista pensar en que se estaba haciendo viejo. "En efecto", dijo, "claro que pensé que me estaba haciendo viejo para el ciclismo. Claro que pensé que ya llevo 11-12 años de profesional y que quizás se me esté acabando mi ciclo. Pero eso fue en los momentos más bajos, porque fríamente analizado, y con la distancia, puedo también decir que para un deporte como el ciclismo, para una carrera como el Tour, en la que cuenta tanto la experiencia, la capacidad de recuperación, el conocimiento de la prueba, 31 o 32 años no es una edad excesiva". Tras la Segunda Guerra Mundial sólo el prodigio de longevidad y perseverancia del holandés Joop Zoetemelk ha sido capaz de ganarlo con más de 32 años: con 33, en 1980.

Tampoco ningún gran campeón del Tour ha sido capaz de retirarse sin sufrir una derrota, ninguno se ha retirado del ciclismo como campeón vigente del Tour. Anquetil ganó su último Tour en 1964 y en el de 1966 abandonó. Merckx ganó los cinco primeros Tours en los que participó, pero cayó derrotado por Bernard Thévenet en Para-Loup, en 1975, e Hinault, en 1986, por su compañero de equipo Greg LeMond, e Indurain no pudo más que ser undécimo en 1996.

"El gran sueño de todo deportista y el mío es retirarse en la cumbre, invicto", dijo Armstrong, que ha ganado sus cinco Tours de forma consecutiva, como Indurain, desde 1999. "Y también sé que mi tiempo al máximo nivel es limitado, pero no sé cómo se debe tomar la decisión de seguir o no. Pero sí me gustaría retirarme con el maillot amarillo del Tour y dejar la última mitad del año para hacer carreras de despedida. Pero no sé qué año será eso".