Al servicio de la justicia social

El Instituto Vasco de Criminología (IVAC), entidad de la Universidad del País Vasco (UPV) con sede en la capital guipuzcoana, cumple este año un cuarto de siglo. Y lo hace con un lema que resume su filosofía, "criminología al servicio de la persona y la justicia social", y dos retos, ahondar en la internacionalización del centro e impulsar la enseñanza virtual, según explica José Luis de la Cuesta, director del instituto desde mayo de 2000.

De la Cuesta recogió el testigo del fundador del IVAC, el jesuita Antonio Beristain, quien, tras una primera fase de importantes actividades docente...

El Instituto Vasco de Criminología (IVAC), entidad de la Universidad del País Vasco (UPV) con sede en la capital guipuzcoana, cumple este año un cuarto de siglo. Y lo hace con un lema que resume su filosofía, "criminología al servicio de la persona y la justicia social", y dos retos, ahondar en la internacionalización del centro e impulsar la enseñanza virtual, según explica José Luis de la Cuesta, director del instituto desde mayo de 2000.

De la Cuesta recogió el testigo del fundador del IVAC, el jesuita Antonio Beristain, quien, tras una primera fase de importantes actividades docentes e investigadoras, lideró la constitución formal del instituto en 1978. "Logró reunir en torno a él personas de muy distinta procedencia y formación, que aportaban su visión particular sobre cómo debían estudiarse y tratarse el crimen, el delincuente y la víctima", recuerda el actual director de la institución.

Dicho de otro modo, apostó por una formación multidisciplinar que desembocara siempre en la criminología "al servicio de la persona y la justicia social", destaca De la Cuesta. En este sentido, el director del IVAC considera que en la actualidad, como consecuencia de una percepción de inseguridad falsa en ocasiones -pone como ejemplo la "equivocada" relación entre incremento de la inmigración y aumento de la criminalidad-, los gobiernos adoptan medidas represivas que llegan a "erosionar" los derechos de los delincuentes.

Por ello, insiste en que la criminología debe estar al servicio de "todos los que integran la comunidad": las víctimas, que son "las más directamente afectadas por el fenómeno criminal", pero también los delincuentes, pues éstos "siguen siendo miembros de la comunidad, aunque atenten contra los valores fundamentales de la misma". "Sería lamentable que perdiéramos la cultura del tratamiento adecuado de los derechos de los delincuentes, porque violar sus derechos no ayuda a las víctimas", subraya.

Con estos criterios como bandera, De la Cuesta encara la celebración del 25 aniversario de Instituto Vasco de Criminología mirando al futuro y hablando de nuevos retos. En un cuarto de siglo, por el centro han pasado un total de 1.850 alumnos entre profesionales y recién licenciados o diplomados.

Investigaciones propias

El director del IVAC apunta que la labor de investigación que ha llevado a cabo la entidad ha respondido fundamentalmente a solicitudes de instituciones como el Gobierno vasco o los ayuntamientos. Sin abandonar esta línea de actuación, el instituto criminológico está trabajando ahora mismo en impulsar las investigaciones propias a través de la participación en convocatorias generales de conocimiento.

El IVAC, además, continuará apostando por su internacionalización, tanto mediante la pertenencia las redes internacionales de investigación como impulsando el intercambio de estudiantes con otras universidades y centros extranjeros. Todo ello con el fin de "conocer experiencias y modelos exteriores y evaluar en qué medida se pueden aplicar aquí", señala De la Cuesta.

Otro de los retos que tiene el IVAC es impulsar la enseñanza virtual. El director del instituto aboga por aprovechar las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías para llegar a un buen número de profesionales de los ámbitos de la criminalidad y la marginación que quizá no pueden seguir cursos presenciales, pero "se encontrarían gustosos de recibir formación vía virtual".