Análisis:DESDE MI SILLÓN | TOUR 2003 | Décima etapa

La gran evasión

No importa lo que hayan hecho. Ya fueron juzgados, y cayeron en prisión. Ellos estaban atrapados, presos de la conformidad. Pero un día, tras divisar unas montañas de rocas libres y anárquicas, decidieron dejar de perder el tiempo. Sus ansias de libertad fueron más fuertes que sus cadenas, y decidieron escapar de su prisión. No escatimaron esfuerzos, pusieron todo su empeño e ingenio, y gracias al trabajo en equipo lo lograron.

Esta es la historia de unos hombres que burlaron al sistema; que se sintieron libres por un día, y que consiguieron la admiración de todos, aunque sólo uno alcan...

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No importa lo que hayan hecho. Ya fueron juzgados, y cayeron en prisión. Ellos estaban atrapados, presos de la conformidad. Pero un día, tras divisar unas montañas de rocas libres y anárquicas, decidieron dejar de perder el tiempo. Sus ansias de libertad fueron más fuertes que sus cadenas, y decidieron escapar de su prisión. No escatimaron esfuerzos, pusieron todo su empeño e ingenio, y gracias al trabajo en equipo lo lograron.

Esta es la historia de unos hombres que burlaron al sistema; que se sintieron libres por un día, y que consiguieron la admiración de todos, aunque sólo uno alcanzó su justo premio.

Esta es la sinopsis de una película que se estrenó ayer en un cine al aire libre que instalaron en un boulevard de Marsella. Creo que el final de etapa del Tour era por allí cerca ¿casualidad, o no?

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Curiosamente, uno de los actores secundarios hizo unas declaraciones de lo más sorprendentes: "Claro que me siento como un ciclista de esos anónimos del pelotón. Anónimo pero de los buenos, ¿eh?, que soy el rey de la regularidad: ni esprinto, ni subo, ni bajo, ni llaneo, y encima me escaqueo a la hora de trabajar. Soy todo un prodigio. Y estando así pues qué voy a hacer sino escaparme. Mi oportunidad es mi libertad, o al revés, que lo mismo da. Y busco compañía para mi aventura, porque solo no voy a ninguna parte. Eso sí, hago amigos de circunstancias, pero cuando huelo el final me olvido de todo. Afilo los dientes, tenso el cuello y me lanzo directamente a la yugular buscando la herida mortal. Pero no acierto, equivoco el momento y escapa mi presa. Por eso soy tan solo un actor secundario. Pero no desespero, porque sé que con mi valía cualquier día seré el protagonista".

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