López certifica una nueva mentalidad

Tommy Robredo, de 21 años, y Rafael Nadal, de 17, no estarán en la segunda semana del torneo de Wimbledon. Los dos fueron eliminados ayer en la tercera ronda y vieron frustradas sus aspiraciones. Sin embargo, ellos dos, más Juan Carlos Ferrero, 23, y el toledano Feliciano López, 21, que ayer salvó la jornada al superar al brasileño Flavio Saretta por un triple 6-4, han hecho pedazos la leyenda que había convertido el torneo en algo tabú para el tenis español: "La hierba es para las vacas".

Robredo perdió ante el estadaounidense Andy Roddick (5º cabeza de serie) por 7-6 (7-5), 6-4, 6-4, ...

Tommy Robredo, de 21 años, y Rafael Nadal, de 17, no estarán en la segunda semana del torneo de Wimbledon. Los dos fueron eliminados ayer en la tercera ronda y vieron frustradas sus aspiraciones. Sin embargo, ellos dos, más Juan Carlos Ferrero, 23, y el toledano Feliciano López, 21, que ayer salvó la jornada al superar al brasileño Flavio Saretta por un triple 6-4, han hecho pedazos la leyenda que había convertido el torneo en algo tabú para el tenis español: "La hierba es para las vacas".

Robredo perdió ante el estadaounidense Andy Roddick (5º cabeza de serie) por 7-6 (7-5), 6-4, 6-4, mientras que Nadal se encalló con el thailandés Paradorn Srichaphan (12º), ante quien cayó por 6-4, 6-4, 6-2. Los dos abandonan Wimbledon encontrando motivaciones para volver con más confianza la próxima temporada. Algo ha cambiado, y mucho, en el tenis español.

Lo certifica la nueva mentalidad con que todos afrontan la cita londinense. Lejos de agobiarse por los inconvenientes que conlleva este torneo, los aceptan como un mal asumible e intentan disfrutar de los aspectos positivos que encuentran allí. Á Feliciano le cambia la cara cuando pisa la hierba. "Si fuera más joven", exclamó recientemente Ion Tiriac, el mentor de Becker e Ivanisevic, "cogería a este chico y en tres años le convertiría en campeón de Wimbledon".

Su juego se adapta mucho mejor a este tipo de superficies que a la tierra batida. Y su personalidad también. Tiene un buen saque, con el que manda en la pista. Y no huye de la volea. Pero, como buen español, también es capaz de aguantar la bola. Son armas que pueden llevarle lejos en Wimbledon. Ayer, le colocaron en los octavos de final por segunda vez consecutiva. Algo poco habitual entre los españoles. Desde que Manuel Orantes llegó a las semifinales en 1972, sólo él mismo (1974), Emilio Sánchez (1987), Sergi Bruguera (1994) y Pato Clavet (1998) habían alcanzado esta ronda. Ninguno la superó.

Pero ahora, todo parece distinto. Robredo y Nadal afirman que sueñan con ganar en Wimbledon. Y los dos han despertado expectación en Londres, hasta el punto de que el veterano John McEnroe comentó: "En cuestión de seis meses, Nadal estará arriba. Tiene juego y hambre de victorias para entrar en los top-ten".

Ni Feliciano, que se enfrentará el lunes a Federer, ni Ferrero, que hoy jugará ante Sargis Sargsian, piensan aún en el título. Eso queda lejos todavía. Pero miran la hierba con otra mentalidad. Sienten que tienen sus opciones ante cualquier rival. Y ese es el primer paso para acabar ganando.