Perfil | José Ramón Soriano

De la Pampa a Alcalá

Acaba de recalar en la sede central del grupo Fiat en Alcalá de Henares, pero lleva rodando casi una década por esos mundos de Dios, primero con Ford y Jaguar y después con la firma italiana; echando siempre de menos a su familia, a sus amigos y, sobre todo, "como se vive en España", algo que no exige juramento dado su aspecto de bon vivant.

Le ha tocado la época más dura de la historia reciente de Argentina, donde a pesar de todo ha conseguido vender coches quizás aplicando las energías con las que defendía al Estudiantes desde la demencia durante sus años de formación en...

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Acaba de recalar en la sede central del grupo Fiat en Alcalá de Henares, pero lleva rodando casi una década por esos mundos de Dios, primero con Ford y Jaguar y después con la firma italiana; echando siempre de menos a su familia, a sus amigos y, sobre todo, "como se vive en España", algo que no exige juramento dado su aspecto de bon vivant.

Le ha tocado la época más dura de la historia reciente de Argentina, donde a pesar de todo ha conseguido vender coches quizás aplicando las energías con las que defendía al Estudiantes desde la demencia durante sus años de formación en el Ramiro de Maeztu. Anteriormente había recalado en Polonia y previamente en el Reino Unido bajo el mandato de Ford, con la que le queda un importante vínculo familiar ya que el presidente actual de la filial española de la multinacional norteamericana, José Manuel Machado, es cuñado suyo.

Tiene cinco hijos, uno de ellos campeón de España de natación, con los que suele jugar a las cartas y echa de menos también sus partidas espontáneas de ajedrez al aire libre en la zona de La Recoleta los fines de semana bonaerenses, ya que no soporta la frialdad de los robots informáticos por muy inteligentes que sean.

Ha vuelto a España con muchas ilusiones y desde luego no le asusta la situación del grupo. Por dura que sea su tarea aquí no alcanza los niveles de sus decisiones en Argentina, donde tuvo que desprenderse de una parte importante de la plantilla. Además, reconoce la eficacia de las medidas tomadas por su antecesor, Claudio San Pedro, desplazado a Turín como responsable de marketing y desarrollo comercial de Fiat que ya consiguió cambiar el color de los resultados de la filial española.

La situación está controlada, ahora sólo hay que consolidar el camino que se ha tomado y vender muchos coches, señala Soriano. De momento en la primera parte del año ya han conseguido aumentar su cuota de mercado del 3,2% del 2002 al 3,7% de éste.

No le duelen prendas a Soriano reconocer la labor de San Pedro por haber conseguido una buena organización con unos procesos muy claros que en 2002 ya ganó dinero y que en 2003 va a superar los resultados del 2002. El secreto no es otro que una apuesta clara por las cuatro grandes capitales españolas donde van a multiplicar sus concesionarios, 120 a finales de año.

La apuesta española de Fiat podría completarse a final de año si, como está previsto, se confirma la construcción en Barcelona de un nuevo centro de diseño del grupo.

SCIAMMARELLA

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