Mas advierte de que Cataluña corre el riesgo de dar un "asfixiante" poder a los socialistas

El PSC proclamará el día 29 a Maragall candidato a la presidencia de la Generalitat

Los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) no se han dado el más mínimo respiro tras las elecciones municipales. Las plantearon como la primera parte de las autonómicas del otoño y, acto seguido, han continuado en campaña. El aspirante de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, lanzó ayer la advertencia a los electores catalanes de que si su rival Pasqual Maragall le ganara las elecciones, los socialistas lograrían en Cataluña una "asfixiante" concentración de poder, pues dirigirían el Gobierno catalán y los principales ayuntamientos.

A diferencia de anteriores ocasiones, lo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) no se han dado el más mínimo respiro tras las elecciones municipales. Las plantearon como la primera parte de las autonómicas del otoño y, acto seguido, han continuado en campaña. El aspirante de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, lanzó ayer la advertencia a los electores catalanes de que si su rival Pasqual Maragall le ganara las elecciones, los socialistas lograrían en Cataluña una "asfixiante" concentración de poder, pues dirigirían el Gobierno catalán y los principales ayuntamientos.

A diferencia de anteriores ocasiones, los nacionalistas de CiU se han lanzado a la batalla de las autonómicas difundiendo un mensaje de alarma a los ciudadanos consistente en dar por perfectamente posible, incluso probable, que Maragall se convierta en el sucesor de Jordi Pujol en la presidencia de la Generalitat.

Esto es lo que llevó ayer a Mas, en una inauguración en L'Arboç del Penedès a la que asistía en su calidad de conseller en cap, a advertir de que los socialistas mantienen tras las elecciones municipales "una tremenda concentración de poder". Se trata de un discurso en parte contradictorio con el difundido al día siguiente de las elecciones, cuando la cúpula de CiU proclamó que el PSC era el "gran perdedor" de los comicios.

Lecturas más cuidadosas de los resultados han debido de convencer a los nacionalistas de que el PSC y la izquierda han mantenido el gobierno del Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, y de los municipios del área metropolitana de Barcelona en los que se concentra la mitad de la población de Cataluña. Y de que, además de mantenerse también como fuerza de gobierno en las ciudades de Lleida y Girona, han avanzado mucho en localidades pequeñas, hasta el punto de que CiU ha perdido la mayoría en la Diputación de Girona.

Mas aseguró ayer que si los electores dieran a Maragall la victoria en las elecciones autonómicas, eso sería "asfixiante" y "negativo" para Cataluña. Porque, además de entregar mucho poder a una sola fuerza política, resulta que el Gobierno catalán pasaría a "depender de Madrid". Por eso, afirmó, "hoy más que nunca es importante que un partido nacionalista gobierne la Generalitat".

El mismo argumento fue esgrimido por el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que en una entrevista en el diario Avui explica que CiU va a dirigirse a partir de ahora a sus potenciales electores planteándoles esta disyuntiva: "Si Artur Mas no obtiene más escaños que Maragall, Cataluña caerá en manos del PSOE".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los nacionalistas quieren plantear la primera batalla a la que acuden sin el candidato Jordi Pujol -que hoy cumple 73 años- como una apuesta en la que Cataluña se juega su esencia. Duran lo explica así en la citada entrevista: "Ni España, ni Europa, ni la globalización van a nuestro favor. Al contrario, nos plantean graves dificultades de futuro". Ni que decir tiene que su conclusión es que sólo un partido nacionalista puede afrontar este reto. Es una variante más del argumento histórico de CiU contra el PSC, que resumen en la palabra sucursalismo.

Entretanto, los socialistas preparan para el 29 de junio un gran acto público en el Auditori de Barcelona en el que proclamarán oficialmente a Maragall como su candidato a la presidencia de la Generalitat.

Maragall, que, como Artur Mas, tampoco se ha concedido descanso tras las elecciones municipales, está poniendo a punto para su campaña una red de grupos de apoyo a los que ha bautizado como Xarxa Maragall, integrada por unas 5.000 personas, informa Europa Press.

Archivado En