Amargo despido de Imbroda

El Madrid destituye al ex seleccionador y Sainz asume todo el control de la sección de baloncesto y anuncia un nuevo entrenador "dinámico"

El Madrid ha tardado dos semanas en hacer oficial su secreto a voces: Javier Imbroda no seguirá como técnico del equipo de baloncesto. Un desastroso balance ha expulsado al melillense del club blanco. Bajo su batuta, el conjunto no rozó siquiera la fase final de la Euroliga, cayó a las primeras de cambio en la Copa tras clasificarse de milagro para ese torneo y no pudo entrar en la fase final de la Liga ACB, algo insólito en su historia.

"Javier fue parte integrante en la confección del conjunto y es uno más de los responsables de la situación", afirmó el director de baloncesto del club...

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El Madrid ha tardado dos semanas en hacer oficial su secreto a voces: Javier Imbroda no seguirá como técnico del equipo de baloncesto. Un desastroso balance ha expulsado al melillense del club blanco. Bajo su batuta, el conjunto no rozó siquiera la fase final de la Euroliga, cayó a las primeras de cambio en la Copa tras clasificarse de milagro para ese torneo y no pudo entrar en la fase final de la Liga ACB, algo insólito en su historia.

"Javier fue parte integrante en la confección del conjunto y es uno más de los responsables de la situación", afirmó el director de baloncesto del club, Lolo Sainz, quien ayer convocó a los medios para comunicar la esperada decisión. Tras insistir en que es su "peor trago" y en su amistad con Imbroda, adujo que no es el entrenador "más idóneo" dadas las circunstancias.

El despido de Imbroda vino precedido de una demora incomprensible que incluso obligó al ex seleccionador nacional a supervisar la reanudación de los entrenamientos del equipo ya sin nada en juego. Sainz explicó el proceso: "Hoy [ayer] se ha reunido la comisión deportiva y ha decidido que Imbroda no siga. Después de la derrota en Lleida, nos tomamos un periodo de reflexión y hemos cumplido los plazos previstos, menos cuando se reunió la junta directiva, el miércoles, ya que tuve que viajar a Barcelona por una comisión de la ACB muy importante". Con todo, admitió cierta falta de tacto con Imbroda, inmerso en un compás de espera y en una relativa incertidumbre: "En todo caso, no no fue una maniobra". Asimismo, negó que se haya ejercido presión para forzar la dimisión de Imbroda y descartó que éste conociera de antemano su destino.

De este modo, esta sección del Madrid inaugura una nueva etapa, siempre a la sombra de su hermana futbolística. Imbroda llegó al club para prorrogar la racha de éxitos que había tenido con la selección, con la que obtuvo las medallas de plata y bronce en los Campeonatos de Europa de París, en 1999, y Estambul, en 2001, respectivamente. Su contratación desató la polémica en el seno de la ACB, ya que se propuso compaginar su cargo en el equipo nacional con la dirección del Madrid. Al final, se decantó por la segunda opción tras alcanzar el quinto puesto en el Campeonato del Mundo de Indianápolis 2002, en el que España derrotó a Estados Unidos.

A partir de ahora, Sainz será el máximo responsable de la sección "para lo bueno y lo malo", según indicó. "He presentado un proyecto ganador a la junta directiva y ésta le ha dado el visto bueno. Quiero asumir la nueva situación", agregó con el firme propósito de imitar el modelo del equipo de fútbol: un entrenador sumiso para con las decisiones de un gerente, en este caso él mismo.

Las ambiciones renovadas del Madrid pasan, en primer lugar, por contratar un nuevo técnico. Sainz no quiso dar nombres, pero sí trazó su perfil. "Será alguien dinámico y con ganas de trabajar", anunció escuetamente.

Por su parte, Imbroda no pudo disimular su contrariedad. Abordó la enmienda madridista con furor, pero acabó resignado a unos resultados demoledores. Según Europa Press, aseguró: "Tengo un sentimiento de frustración por no haber podido colaborar en que el Madrid se estabilizara".

"Yo ha sido el entrenador número nueve en los últimos diez años y ahora viene el diez. Sin inversión, es imposible crear esa victoria", agregó. Asimismo, el ex seleccionador confesó haber sido "blando" en sus declaraciones. Sin embargo, muchos miembros de la directiva estaban cansados de sus palabras tras las derrotas. "Esperaba seguir en un proyecto que se inició a la carrera, pues los proyectos no son de un año", sentenció Imbroda, al que le quedaba otra temporada, por la que debería cobrar algo más de un millón de euros, una cantidad que el club pretende negociar a la baja al echarle.

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