Biarritz presenta el mayor montaje del grupo de baile Verdini

El grupo guipuzcoano de danza Verdini, integrado por niños con discapacidad intelectual, la mayoría síndrome de Down, se enfrentará el martes a la más larga de sus actuaciones. Durará media hora en dos partes y tendrá como escenario la Gare du Midi de Biarritz. La obra se enmarca en las Jornadas Europeas sobre la Discapacidad organizadas por la asociación francesa Aquitaine Solidarité Handicap.

El proyecto del grupo echó a andar hace una década de la mano de la bailarina y coreógrafa donostiarra Isabel Verdini. El nacimiento de su sobrina con síndrome de Down le llevó a interesarse por ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El grupo guipuzcoano de danza Verdini, integrado por niños con discapacidad intelectual, la mayoría síndrome de Down, se enfrentará el martes a la más larga de sus actuaciones. Durará media hora en dos partes y tendrá como escenario la Gare du Midi de Biarritz. La obra se enmarca en las Jornadas Europeas sobre la Discapacidad organizadas por la asociación francesa Aquitaine Solidarité Handicap.

El proyecto del grupo echó a andar hace una década de la mano de la bailarina y coreógrafa donostiarra Isabel Verdini. El nacimiento de su sobrina con síndrome de Down le llevó a interesarse por el trabajo físico y artístico con personas aquejadas por alguna discapacidad intelectual y, en 1992, empezó a impartir clases a cinco alumnos. Hoy tiene veinte, 18 chicas y dos niños de entre dos y veinte años.

Hasta ahora, las pocas apariciones públicas que han realizado los bailarines de Verdini no han durado "más de cinco minutos", dados sus problemas psicomotrices, indicó ayer su profesora, la única persona en Euskadi que lleva a cabo este trabajo de danza con fines de integración.

El próximo martes se lanzarán a su actuación más larga. La primera parte, titulada Gure indarra (Nuestra fuerza), estará interpretada por la propia Isabel Verdini y su sobrina, quienes mostrarán a través de la danza el vigor con el que hay que enfrentarse a una discapacidad y a los estereotipos sociales que la rodean.

La segunda parte, Bihotzetik (Desde el corazón), arrancará con tres bailarinas con síndrome de Down que exhibirán solas su trabajo, "al igual que cualquier otra". Luego entrarán en escena tres monitoras bailarinas, dando así el mensaje de integración.

Verdini destacó el desarrollo físico e intelectual que aporta la danza a estos jóvenes. A la vez, hizo un llamamiento a las instituciones para que vean a estas personas como bailarines -"es otro estilo de arte", dijo- y les abran las puertas de los teatros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En