Tres empresarios de Elche, condenados a seis años de cárcel por incendiar su fábrica para cobrar el seguro
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha condenado a seis años de cárcel a tres empresarios ilicitanos acusados de incendiar su propia empresa, Tervan SL, en 1994. Los empresarios, familiares entre sí, deberán indemnizar al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y a los seguros con más de 515.000 euros.
El tribunal considera probado que Luis R. B., Ramón R. M. y Ramón Rogelio M. B., "con la intención de solucionar la crisis [de su empresa] mediante el cobro de la indemnización correspondiente al seguro concertado con la Compañía Plus Ultra, planearon...
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha condenado a seis años de cárcel a tres empresarios ilicitanos acusados de incendiar su propia empresa, Tervan SL, en 1994. Los empresarios, familiares entre sí, deberán indemnizar al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y a los seguros con más de 515.000 euros.
El tribunal considera probado que Luis R. B., Ramón R. M. y Ramón Rogelio M. B., "con la intención de solucionar la crisis [de su empresa] mediante el cobro de la indemnización correspondiente al seguro concertado con la Compañía Plus Ultra, planearon provocar el incendio de la nave" la madrugada del 18 de julio de 1994. El fuego comenzó en seis focos que Ramón R. M. y Ramón Rogelio M. B. habían prendido tras entrar con la llave a la industria. Una vez en el interior, los acusados cortaron con una cizalla la reja de protección de una ventana desde el interior y rompieron el cristal para simular la entrada de desconocidos. Después iniciaron los focos de fuego vertiendo disolvente.
A los pocos minutos de provocar el fuego una persona, que no se identificó, avisó a los bomberos, facilitando datos extrañamente precisos de la instalación siniestrada, entre ellos el número de teléfono de la empresa. La Policía Local localizó al hijo del dueño de la fábrica, Ramón R. M, en una vivienda cercana a la fábrica solicitando ayuda y alertando de que su tío, Ramón Rogelio M. B., se encontraba en el interior de la nave. Éste llegó a los pocos minutos, pese a que su vivienda se encuentra a 25 minutos en coche del lugar del fuego.
El tribunal destaca que días antes del incendio se despidió a los trabajadores alegando falta de pedidos. La declaración de insolvencia de Tervan obligó al Fogasa a indemnizar a los empleados. Los acusados, días después, establecieron un nuevo negocio con los operarios despedidos de Tervan y dedicaron parte del dinero de los seguros a la compra de otra nave, según la sentencia. Los acusados deberán indemnizar a la aseguradora Catalana Occidente con 26.985,06 euros; a Plus Ultra con 333.675,06; y al Fogasa con otros 155.275,96.