El Giro mide el valor de Aitor

El Giro de Italia, que empieza hoy en Lecce, en el tacón de la bota de la península, medirá el valor real de Aitor González, quien, tras ganar sorprendentemente la última Vuelta a España, fichó por el equipo italiano Fassa Bortolo, uno de los más potentes del mundo, en el que ocupa la posición de líder para las pruebas por etapas.

Para Aitor González el Giro no es una carrera desconocida. Fue precisamente en la corsa rosa del año pasado donde el corredor alicantino empezó a mostrar un valor que no se le sospechaba. A sus dotes de hombre rápido y contrarrelojista ya reconocidas, ...

El Giro de Italia, que empieza hoy en Lecce, en el tacón de la bota de la península, medirá el valor real de Aitor González, quien, tras ganar sorprendentemente la última Vuelta a España, fichó por el equipo italiano Fassa Bortolo, uno de los más potentes del mundo, en el que ocupa la posición de líder para las pruebas por etapas.

Para Aitor González el Giro no es una carrera desconocida. Fue precisamente en la corsa rosa del año pasado donde el corredor alicantino empezó a mostrar un valor que no se le sospechaba. A sus dotes de hombre rápido y contrarrelojista ya reconocidas, Speedy González, como le bautizaron en Italia, unió las de regularidad y capacidad escaladora, lo que le permitió soñar con la victoria en el Giro hasta la última etapa de montaña. Ganó dos etapas y terminó sexto en la general. Después llegó la Vuelta, su teatral enfrentamiento con el compañero de equipo Óscar Sevilla y su exhibición en la contrarreloj que terminó en el Bernabéu. Su marcha del Kelme tuvo también su punto de polémica -quería irse al Fassa Bortolo pero había firmado un contrato meses antes con el patrón del Domina Vacanze-, y tuvo que ser la UCI quien decidiera bien entrado el año, lo que no le impidió a Aitor prepararse tan bien que llegó y ganó la primera carrera en la que participó, el Giro de Calabria. La última carrera que ha disputado -la Vuelta a Romandía- le ha reafirmado.

Aitor González es el único ciclista no italiano que cuenta entre los favoritos y uno de los 11 españoles que participan, la cifra más baja de los últimos años. El Giro de 2003 será unos cuantos escaladores italianos -Simoni, maglia rosa del Giro 2001, Garzelli, ganador en 2000, Frigo, compañero de equipo de González- y Aitor González, que no es tan escalador como sus rivales, pero sí más contrarrelojista, por lo que parte con ventaja, pese al temor reverencial que despierta el Monte Zoncolan, la subida inédita que marcará la carrera.

Los otros participantes españoles son ocho corredores del Kelme, un equipo que no ha podido completar la alineación inicial de nueve y llega liderado por el escalador granadino Carlos García Quesada, y otros dos emigrados a equipos italianos: Patxi Vila, el navarro del Lampre, y Daniel Clavero, el escalador madrileño amigo del renacido Marco Pantani.

Hasta que llegue la montaña y empiece a hablarse de los favoritos, el protagonista de los primeros días será Mario Cipollini, el veterano sprinter campeón del mundo, que parte con la idea de batir el récord de victorias de etapa que posee el histórico Alfredo Binda con 41 desde hace 70 años. Cipollini ganó seis etapas en la edición pasada y lleva ya 40 triunfos conseguidos en 15 años.