Tarragona reformará su puerto para que atraquen cruceros
Un total de 32 millones de euros procedentes de fondos privados son los que se invertirán para que en diciembre de 2004 los muelles portuarios más cercanos a la ciudad de Tarragona se conviertan en zona de atraque de yates de lujo y también de cruceros.
Los muelles de Costa, de Llevant y de Lleida sufrirán una profunda reforma para dar cabida a los yates, en un proyecto que coincide con la propuesta ideada desde el equipo de gobierno del alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal, que ha sido encargada al arquitecto Ricardo Bofill para revolucionar la fachada marítima de la ...
Un total de 32 millones de euros procedentes de fondos privados son los que se invertirán para que en diciembre de 2004 los muelles portuarios más cercanos a la ciudad de Tarragona se conviertan en zona de atraque de yates de lujo y también de cruceros.
Los muelles de Costa, de Llevant y de Lleida sufrirán una profunda reforma para dar cabida a los yates, en un proyecto que coincide con la propuesta ideada desde el equipo de gobierno del alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal, que ha sido encargada al arquitecto Ricardo Bofill para revolucionar la fachada marítima de la ciudad.
La iniciativa, que será financiada por cuatro empresas privadas (una de Madrid y el resto de Tarragona), prevé paliar la situación de saturación de los puertos deportivos de la zona del Mediterráneo para barcos de grandes esloras, tanto para sus estancias de hibernación y puesta a punto, como para su recalado. Esta situación, a la que se añade la construcción en todo el mundo de alrededor de 300 yates de esloras de entre 30 y 130 metros, hace prever a los promotores de la iniciativa que la reforma portuaria tendrá una amortización y una rentabilidad rápida.
La inversión prevista supondrá la desaparición de tinglados y refugios del Moll de Costa, a excepción de los más antiguos, pero, según se recoge en la memoria de International Marina Tarraco, se ajardinará el puerto velando por la integración del paisaje y por la coherencia del proyecto con el ideado por Bofill para la reforma de la fachada marítima; se le encargará también idear una torre de control y dos edificios complementarios.
El proyecto presupone, además, la creación de zonas de comercio y la creación de medio millar de puestos de trabajo tanto directos como indirectos.