Reportaje:

Las tres edades de un cuerpo de trigo

Un artista siembra unas siluetas humanas a la espera de que germinen para quemarlas luego como símbolo del paso del tiempo

La silueta de un cuerpo sembrado de granos de trigo lleva días creciendo en la sala de exposiciones Espacio Positivo. Llegó como un niño, creció y ya le están saliendo las canas.

Esta obra es la pieza clave de la exposición Bodyscapes, del artista Javier Esteban (Alcora, Castellón, 1963), una mezcla de "instalación y fotografías" con la que el autor propone hacer de la muestra un lugar de reflexión: "Quiero que la gente que la vea forme parte de un ritual, situarse ante el cuerpo para encontrar una experiencia directa con la realidad", señala.

El cuerpo de trigo est...

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La silueta de un cuerpo sembrado de granos de trigo lleva días creciendo en la sala de exposiciones Espacio Positivo. Llegó como un niño, creció y ya le están saliendo las canas.

Esta obra es la pieza clave de la exposición Bodyscapes, del artista Javier Esteban (Alcora, Castellón, 1963), una mezcla de "instalación y fotografías" con la que el autor propone hacer de la muestra un lugar de reflexión: "Quiero que la gente que la vea forme parte de un ritual, situarse ante el cuerpo para encontrar una experiencia directa con la realidad", señala.

El cuerpo de trigo está ahora maduro, de un color amarillento. Muchos de los visitantes se acercan a la imagen para acariciarla. Sobre todo los niños, que pasan el rato jugando con las espigas entre sus dedos para que les hagan cosquillas.

Junto al cuerpo hay una regadera de color rojo. Para el autor, la regadera trata de incitar a la gente a "cuidar y cultivar su propio cuerpo".

Curiosamente, pese al auge de la fotografía entre los artistas contemporáneos, siguen escaseando las galerías dedicadas especialmente a ella. Espacio Positivo es una de esas galerías y Javier Esteban, de los primeros artistas plásticos españoles que experimentaron con las posibilidades que ofrece este soporte.

En 1998 probó con imágenes de arena emulsionada en la Galería Moriarty. Ahora vuelve por sus fueros, preocupado otra vez por el cuerpo y la materia, intentando explicar que su obra quiere ser "una reflexión frente a lo virtual. Somos materia, y cada momento del cuerpo es único e irrepetible. La idea es que la gente rasque en la materia para descubrir que detrás hay algo".

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El autor también hace hincapié en la importancia del lugar donde ha sido colocada la instalación. "La idea era plantar el cuerpo de trigo en un espacio sagrado como es una galería de arte, que nada tiene que ver con el material de la tierra", comenta.

Además de la instalación, la muestra se compone de cinco grandes fotografías en color en las que se puede ver la evolución de la obra, desde su nacimiento como silueta de tierra, pasando por la germinación de las semillas, hasta su estado actual con las espigas amarillas de unos 35 centímetros de largo y a punto de caer. También hay un vídeo que muestra a los espectadores el proceso de evolución del cuerpo.

Esteban asegura que esta idea está clara y que la gente que ha asistido a la exposición ha captado su mensaje. Probablemente, los espectadores entenderán el significado total de la obra cuando el artista, acompañado del ruido de los tambores de una cofradía de su pueblo, queme el cuerpo de trigo ante su público.

Siguiendo las creencias de muchas civilizaciones antiguas, Esteban considera que el fuego servirá como purificación. "Será como un enterramiento después de morir".

Bodyscapes estará en Espacio Positivo hasta el 3 de mayo de 2003. Calle de Campomanes, 9. 915 596 572.

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