Jondura

Chaquetón presentó al fin su último disco, titulado Mis adentros, en Madrid. Es un buen disco y fue un buen concierto, en el que el cantaor brilló con su estilo cuajado de clasicismo y jondura. Sobre todo, en los cantes de mayor fuste -la malagueña, soleares, siguiriyas...- reencontró su grito poderoso, su queja profunda, esa forma tan personal de sentir el cante mientras lo dice, con el pañuelo en la mano y la mano sobre el corazón. También fue muy grato, mucho, escucharle en los gaditanísimos aires por alegrías, en los que es maestro, e incluso por fandangos.

Chaquetón hizo un ...

Chaquetón presentó al fin su último disco, titulado Mis adentros, en Madrid. Es un buen disco y fue un buen concierto, en el que el cantaor brilló con su estilo cuajado de clasicismo y jondura. Sobre todo, en los cantes de mayor fuste -la malagueña, soleares, siguiriyas...- reencontró su grito poderoso, su queja profunda, esa forma tan personal de sentir el cante mientras lo dice, con el pañuelo en la mano y la mano sobre el corazón. También fue muy grato, mucho, escucharle en los gaditanísimos aires por alegrías, en los que es maestro, e incluso por fandangos.

Chaquetón hizo un concierto, en fin, en el que dio buena fe de su clase y su conocimiento, acompañado por el toque siempre excelente de Enrique de Melchor.

Aunque hacia el final la cosa decayera ligeramente, porque en verdad el bolero no es lo propio de este cantaor, y creo que él mismo tiene conciencia de ello, por la escasa convicción con que lo cantó.