Reencuentro familiar a los 101 años

Dos hermanos españoles de 80 y 101 años acaban de conocerse en Cuba. El más joven de los dos, Sabino García, residente en España, ha viajado al pequeño poblado de Los Palacios, en la provincia cubana Pinar del Río, donde su hermano Pascual García vive desde hace años. Pascual, el tercero de los nueve hijos de una familia humilde de campesinos de Melgar de Tera (Zamora), abandonó el pueblo en 1919, cuando tenía 16 años, para labrarse un futuro en Cuba y evitar ir a la guerra de Marruecos. Lo mismo hicieron cuatro de sus hermanos, pero para ir a Buenos Aires y a Estados Unid...

Dos hermanos españoles de 80 y 101 años acaban de conocerse en Cuba. El más joven de los dos, Sabino García, residente en España, ha viajado al pequeño poblado de Los Palacios, en la provincia cubana Pinar del Río, donde su hermano Pascual García vive desde hace años. Pascual, el tercero de los nueve hijos de una familia humilde de campesinos de Melgar de Tera (Zamora), abandonó el pueblo en 1919, cuando tenía 16 años, para labrarse un futuro en Cuba y evitar ir a la guerra de Marruecos. Lo mismo hicieron cuatro de sus hermanos, pero para ir a Buenos Aires y a Estados Unidos. Ninguno de ellos conoció al menor de la familia, Sabino, nacido en 1922. La guerra civil española acabó con la vida del matrimonio García y Sabino perdió entonces todo contacto con la familia de la otra orilla. A punto de cumplir 81 años, el "pequeño" ha visto cumplido su sueño de conocer a Pascual, su único hermano vivo, gracias a una iniciativa de la Diputación de Zamora conocida como Operación Añoranza. "Recuerdo las llanuras castellanas. Yo de chico asistía a una cuadrilla y me daban por ajuste" (en función de la cosecha), le explicaba Pascual a su hermano tras producirse el encuentro. Además de un gran parecido físico, ambos comparten el gusto por el campo, la caza y la pesca, y por el vino, aunque Pascual asegura que pronto sustituyó el vino por la sabrosura del ron cubano.