Cambio de rumbo

El último trabajo de Chevy Muraday significa claramente un cambio de registro en su breve pero intensa carrera como coreógrafo. Hasta ahora sus obras iban en una misma dirección y apuntaban una estética muy marcada; se interesa este creador de última generación por el sonido contemporáneo, las últimas tendencias de la moda, las decoraciones minimalistas basadas en elementos escultóricos y un baile fuerte, de frases gruesas y contundentes, con acentos de suelo, además de la inclusión de textos en forma de diálogos.

Pero Boceto en negro, presentada como estreno, no es un paso adela...

El último trabajo de Chevy Muraday significa claramente un cambio de registro en su breve pero intensa carrera como coreógrafo. Hasta ahora sus obras iban en una misma dirección y apuntaban una estética muy marcada; se interesa este creador de última generación por el sonido contemporáneo, las últimas tendencias de la moda, las decoraciones minimalistas basadas en elementos escultóricos y un baile fuerte, de frases gruesas y contundentes, con acentos de suelo, además de la inclusión de textos en forma de diálogos.

Pero Boceto en negro, presentada como estreno, no es un paso adelante en sentido concreto. Es una pieza que, aun estando bien bailada por los tres artistas (Muraday con Caliope Paniagua y Paloma Sains-Aja), resulta vacilante, demasiado fragmentaria y con una dispersión de elementos que pierde al espectador. El programa se completó con Quiero tenerte cerquita, la que es sin duda la mejor de sus creaciones de los últimos dos años. En ella se dan cita con éxito varias técnicas, desde el vídeo a la instalación plástica, lo que despertó el entusiasmo del público.