La violinista superlativa
Admitía Annbjørg Lien al final del concierto que no sabe leer ni escribir una nota en el pentagrama. Duro golpe para las mentalidades academicistas, teniendo en cuenta que Lien demostró una capacidad técnica virtualmente ilimitada. La joven artista noruega es una intérprete elegante con una nickelharpa - híbrido de violín y zanfona-, pero alcanza umbrales superlativos cuando blande el Hardanger, violín tradicional cuyas posibilidades exprime.
El recital siguió en gran parte el guión de su nuevo disco, Aliens alive, luminosa entrega en directo respecto a la que sólo se echaba en f...
Admitía Annbjørg Lien al final del concierto que no sabe leer ni escribir una nota en el pentagrama. Duro golpe para las mentalidades academicistas, teniendo en cuenta que Lien demostró una capacidad técnica virtualmente ilimitada. La joven artista noruega es una intérprete elegante con una nickelharpa - híbrido de violín y zanfona-, pero alcanza umbrales superlativos cuando blande el Hardanger, violín tradicional cuyas posibilidades exprime.
El recital siguió en gran parte el guión de su nuevo disco, Aliens alive, luminosa entrega en directo respecto a la que sólo se echaba en falta la aportación del flautista Hans Fredrik Jacobsen. La virtuosa del violín estuvo muy bien arropada por el guitarrista sueco Roger Tallroth y Ole Rasch en el papel de controlador de los sonidos pregrabados.
Annbjørg Lien
Annbjørg Lien (violín y nickelharpa), Bjørn Ole Rasch (teclados), Roger Tallroth (guitarra), Rune Arnesen (percusiones).
Sala Suristán. Madrid, 26 de marzo
Ya el hecho de arrancar con una balada tradicional de violín solo, The rose, es claro indicio de que Lien confía en sus posibilidades. Esa vertiente más purista se alterna más tarde con estallidos rítmicos muy poderosos o con incursiones en el folclor lapón. La extensa composición Origins constituye, en este sentido, acaso el mayor logro de la noruega hasta la fecha.