Melancolía musical

En su última aventura musical, que se corresponde con la edición de su último disco, Boomslang, Johnny Marr se ha lanzado en gira mundial acompañado del batería Zak Starkey, hijo de Ringo Starr, y Alonza Bevan, bajista de los psicodélicos Kula Shaker. En Madrid, Marr explotó esa capacidad suya de hacer del defecto de la melancolía musical una virtud relativa, dado que el excesivo ritmo lento de las canciones hacía decaer un espectáculo que había levantado cierta expectación entre los históricos seguidores de Marr y su ex socio Morrisey. Johnny Marr exhibió en todo momento solvencia y co...

En su última aventura musical, que se corresponde con la edición de su último disco, Boomslang, Johnny Marr se ha lanzado en gira mundial acompañado del batería Zak Starkey, hijo de Ringo Starr, y Alonza Bevan, bajista de los psicodélicos Kula Shaker. En Madrid, Marr explotó esa capacidad suya de hacer del defecto de la melancolía musical una virtud relativa, dado que el excesivo ritmo lento de las canciones hacía decaer un espectáculo que había levantado cierta expectación entre los históricos seguidores de Marr y su ex socio Morrisey. Johnny Marr exhibió en todo momento solvencia y contención a la hora de interpretar unas canciones de belleza difusa, aunque no exentas de interés, como Something to shout, Gangin on y una irreconocible versión del Don't think twice, de Bob Dylan. Pero también incurrió en el tradicional pecado de los rockeros ingleses: entregarse excesiva y complacientemente a la suavidad de las baladas y los tiempos medios sin fabricar canciones indiscutibles que lo justifiquen.