GUERRA EN IRAK

Los videojuegos cambian de enemigos

Los rusos han dejado de ser los 'malos' - Un juego creado en Siria permite al jugador convertirse en combatiente de la 'intifada' - Algunos juegos nacen de aplicaciones de simulación militar

La guerra es un tema recurrente en la industria del videojuego. Igual que la calidad de los títulos ha ido evolucionando, los enemigos a batir también han variado a lo largo de este tiempo. En los primeros juegos, como en las películas, no cabía duda de que las facciones enfrentadas eran los aliados contra los rusos. La práctica totalidad de la saga Command and Conquer iniciada en 1995 por Westwood Studios se basa en un supuesto conflicto tras la guerra fría.

Pero la popularización del entretenimiento electrónico y la globalización de las sensibilidades movió el punto de mira pri...

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La guerra es un tema recurrente en la industria del videojuego. Igual que la calidad de los títulos ha ido evolucionando, los enemigos a batir también han variado a lo largo de este tiempo. En los primeros juegos, como en las películas, no cabía duda de que las facciones enfrentadas eran los aliados contra los rusos. La práctica totalidad de la saga Command and Conquer iniciada en 1995 por Westwood Studios se basa en un supuesto conflicto tras la guerra fría.

Pero la popularización del entretenimiento electrónico y la globalización de las sensibilidades movió el punto de mira primero hacia el mundo asiático y posteriormente hacia los países de Centroamérica, como sucedía en 1999 en Delta Force de Novalogic, en que las misiones transcurrían en Perú, el Chad e Indonesia, entre otros.

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Hoy por hoy la fórmula para crear un videojuego de acción bélica pasa por utilizar países totalmente inventados o conflictos reales en los que el usuario puede elegir libremente el bando y donde no se predefine el papel del malo. La nueva entrega de Delta Force llevará por subtítulo Black Hawk Down y está basada en la guerra civil de Mogadiscio.

Lo mismo sucede con Conflict Desert Storm de SCI Games, lanzado el pasado mes de septiembre para Xbox, que está inspirado en la guerra del Golfo de 1991.

En Conflict Desert Storm el jugador puede alistarse virtualmente en las fuerzas especiales SAS británicas o en las Delta Force americanas. Acompañado por un equipo de otros cuatro soldados gobernados por la consola, cada cual con su especialidad como francotirador o zapador, deberá abrirse paso por el desierto iraquí, a pie o en distintos vehículos, para hacer frente al ejército de Sadam Husein.

El jugador experimenta algo muy parecido a lo que está sucediendo en la actual guerra 12 años después.

Influencia cultural

Sin embargo esto no son más que juegos. Pero recientemente han aparecido títulos que van más allá y pretenden convertirse en sistemas de entrenamiento virtual para soldados. El más popular es America's Army creado por la U.S. Army, un simulador de adiestramiento militar tridimensional pensado para introducir al usuario en la disciplina castrense e inculcarle unos conocimientos bélicos con la única intención de conseguir que se aliste en el ejército de Estados Unidos.

El juego americano ha recibido respuesta desde Siria donde se ha creado Under Ash de la mano de Dar el Fikr. El título permite a los jugadores árabes convertirse en Ahmad, un joven palestino nacido durante la invasión israelí del sur del Líbano en 1982 que decide unirse a la primera intifada y dedicarse a lanzar piedras a los soldados israelíes. Ahmad poco a poco sube escalafones en los que cambia las piedras por armas. Según sus creadores el juego es muy real; tanto que si el jugador mata a un civil se termina la partida y si es alcanzado por un disparo muere; "no hay resurrección ni una conversión en mártir, sencillamente se termina el juego", explica a la BBC el programador Radwan Qasmiyya. El juego puede ser descargado gratuitamente desde la página oficial, igual que America's Army.

Otro tipo de videojuegos más modestos proliferan en Internet defendiendo distintas causas de forma violenta o exponiendo previsiones de lo que puede desencadenar la guerra contra Irak. Están realizados con tecnología Flash y su calidad deja bastante que desear. Éste es el caso del juego de las Autodenfensas Campesinas, albergado en la página del grupo paramilitar ACCU de Colombia. El usuario debe impedir que el comando de la policía sea totalmente destruido con el ataque con pipetas de gas por parte de miembros de la FARC y el Eln.

El último exponente de este tipo aparecido es Gulf War 2, creado por Dermot O'Connor. Se trata de un simulador de presidente de los Estados Unidos al frente de la guerra contra Irak. Varios asesores políticos y militares ayudan a tomar distintas decisiones, cada cual más alocada, que acaban irremisiblemente por desencadenar un conflicto global en el que se ve implicado medio mundo.

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