Crónica:FÚTBOL | 26ª jornada de Liga

Inoperancia en El Sadar

Osasuna y Mallorca torturan al público con su racanería

Se está convirtiendo en una triste tradición. Pero otra vez esta temporada el público fue lo más destacado de todo lo que ocurrió ayer en Pamplona. 17.000 personas desaprovecharon una tarde soleada, óptima para el paseo y la diversión, y decidieron acudir a El Sadar para contemplar otro partido de fútbol soso, romo, inoperante y rácano.

Osasuna no encuentra la manera de vencer a equipos con sus mismas carencias. Los clubes modestos se tienen que frotar las manos cuando ven que su próximo encuentro se disputa en Pamplona. Con una generosidad rayana en la demencia, los de Javier Aguirre h...

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Se está convirtiendo en una triste tradición. Pero otra vez esta temporada el público fue lo más destacado de todo lo que ocurrió ayer en Pamplona. 17.000 personas desaprovecharon una tarde soleada, óptima para el paseo y la diversión, y decidieron acudir a El Sadar para contemplar otro partido de fútbol soso, romo, inoperante y rácano.

Osasuna no encuentra la manera de vencer a equipos con sus mismas carencias. Los clubes modestos se tienen que frotar las manos cuando ven que su próximo encuentro se disputa en Pamplona. Con una generosidad rayana en la demencia, los de Javier Aguirre han regalado puntos a equipos clínicamente muertos, como el Recreativo o el Rayo Vallecano, lo que les ha complicado seriamente su futuro en la Liga.

OSASUNA 0 - MALLORCA 0

Osasuna: Sanzol; Josetxo, Mateo, Cruchaga, Antonio López; Puñal, Alfredo; Rivero (Morales, m. 78), Iván Rosado (Brit, m. 64), Moha (Manfredini, m. 64); y Aloisi.

Mallorca: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Poli, Soler; Novo, Lozano, Marcos, Riera; Eto'o (Carlos, m. 85) y Pandiani.

Árbitro: Puentes Leira. Amonestó a Pandiani, Poli, Riera, Mateo y Tasio del Arco, segundo entrenador de Osasuna.

Unos 17.000 espectadores en El Sadar.

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Pero, ayer, Osasuna no tuvo la culpa de todo. Incluso fue superior y contó con las mejores ocasiones de gol. Enfrente, un Mallorca deslucido y diluido en su propio miedo, hizo una notable muestra de cómo un equipo puede jugar con un ojo puesto siempre en el retrovisor.

Manzano acumuló gente en el medio campo y confió en las genialidades de Eto'o y Riera, dos magníficos jugadores, pero que no pueden tirar solos del conjunto. Para mayor desgracia de los locales, la más clara oportunidad de gol que se ha visto en los últimos tiempos en El Sadar fue desaprovechada por Alfredo, que se lio con el balón y fue incapaz de superar a Leo Franco cuando el balón se encontraba a escasos centímetros de la portería.

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