El Gobierno de CiU inventó la nota de Ribó, Carod y Fernández Díaz en un sondeo oficial

La encuesta, de julio de 2000, fue la primera que presentó Mas y coordinó Madí

El Gobierno de CiU difundió en agosto de 2000 un barómetro oficial con evaluaciones inventadas de Josep Lluís Carod (ERC), Alberto Fernández Díaz (PP) y Rafael Ribó (ICV), líderes por quienes no se preguntaba en el cuestionario del estudio original, al que ha tenido acceso este periódico. Este barómetro fue el primero presentado por Mas tras ser designado portavoz y se difundió cuatro meses antes de la llegada a Presidencia de Josep Camps, el alto cargo destituido para tratar de frenar el escándalo de las encuestas. El Gobierno de la Generalitat precisó ayer, en una nota oficial, que "no cons...

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El Gobierno de CiU difundió en agosto de 2000 un barómetro oficial con evaluaciones inventadas de Josep Lluís Carod (ERC), Alberto Fernández Díaz (PP) y Rafael Ribó (ICV), líderes por quienes no se preguntaba en el cuestionario del estudio original, al que ha tenido acceso este periódico. Este barómetro fue el primero presentado por Mas tras ser designado portavoz y se difundió cuatro meses antes de la llegada a Presidencia de Josep Camps, el alto cargo destituido para tratar de frenar el escándalo de las encuestas. El Gobierno de la Generalitat precisó ayer, en una nota oficial, que "no constataba que existiera ninguna diferencia entre el cuestionario, el informe efectuado y el enviado al Parlament".

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El 1 de agosto de 2000 Artur Mas presentó por primera vez un barómetro oficial del Ejecutivo catalán. Las 40 páginas del material que se dio a conocer a la prensa y que posteriormente se remitió al Parlament llevan el membrete del Gabinete del Consejero del Portavoz del Gobierno, dirigido por David Madí, cuyo cese reclama la izquierda desde hace semanas y que, según manifestó Mas ayer, no tiene ninguna responsabilidad en los "errores" cometidos.

En el sondeo de 2000, el Gobierno catalán ocultó las evaluaciones del convergente Artur Mas, del democristiano Josep Antoni Duran, quien entonces competía con Mas por el liderazgo de CiU, y del popular Josep Piqué (véase EL PAÍS del 10 de febrero). Pero no fue ésta la única irregularidad, como ha podido comprobar ahora este periódico a partir del cuestionario original.

El Ejecutivo difundió las notas de los líderes de los partidos parlamentarios. En realidad, sólo había preguntado por dos de ellos -Jordi Pujol y Pasqual Maragall- y había preferido indagar sobre los principales líderes de centroderecha. Al difundir los datos, no obstante, facilitó notas de los líderes de todo el arco parlamentario, pese a que en el trabajo de campo realizado por la empresa Line Staff entre el 28 de junio y el 3 de julio de 2000 no se preguntó ni por Carod Rovira, ni por Fernández Díaz, ni por Ribó.

Empate en la centésima

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Los tres líderes tuvieron distinta suerte en los resultados presentados. El mejor tratado fue Carod, a quien se asignó una nota altísima (6,36), la más elevada que ha conseguido nunca en los 16 barómetros de la Generalitat en los que ha aparecido, sin que ERC tuviera responsabilidad alguna en lo sucedido. Además, es la única ocasión en que se le presentó con la misma calificación que Maragall, quien en los demás sondeos siempre se sitúa por delante. El empate era tan increíble que llegó incluso a las centésimas: los dos dirigentes obtenían, de acuerdo con el dossier elaborado por Madí, el 6,36. Nunca en la historia de los barómetros del Ejecutivo de CiU dos dirigentes han empatado incluso en las centésimas.

Peor tratado salía el entonces presidente de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Rafael Ribó, a quien se concedió un aprobado por los pelos (5,1). Y todavía peor Alberto Fernández Díaz, en aquella época presidente del PP catalán, que con sus votos en el Parlament sostenía al Ejecutivo de CiU: se le suspendió, con el 4,73. En cambio, la buena nota de su correligionario Josep Piqué (5,28), por quien sí preguntaba la encuesta, se ocultó a la Cámara.

Este periódico mostró el pasado jueves a Jaume Montané, administrador de Line Staff -la empresa que realizó el sondeo-, el cuestionario y las tablas originales, en las que no aparecen las notas sobre Carod, Fernández Díaz ni Ribó divulgadas por la Generalitat. Tras cotejar sus documentos, Montané se limitó a contestar: "No comment". El secretario de Comunicación del Gobierno catalán, David Madí, declinó ofrecer su versión. Este periódico envió ayer varias preguntas a ese alto cargo del Ejecutivo por fax, tal como había requerido, pero declinó contestar.

La respuesta oficial la remitió también por fax Joan Francesc Cànovas, director de la Oficina de Comunicación del Gobierno, quien señala: "no se constata ninguna diferencia entre el cuestionario, el informe efectuado y el remitido al Parlament" (véase la nota íntegra enviada por el Ejecutivo en la página 4). "Las preguntas parecen erróneas", añade.

Además de las notas inventadas, el Gobierno de CiU también envió al Parlament el cuestionario supuestamente utilizado para elaborar la encuesta, aunque tampoco se corresponde con el real. El cuestionario remitido a la Cámara incluye, como subrayó ayer la Oficina de Comunicación del Gobierno, los nombres de Carod, Ribó y Fernández Díaz, pero su estructura contiene errores de bulto que ponen de manifiesto, según los técnicos consultados, que no es auténtico. De serlo, sería imposible obtener respuestas completas de todos los líderes por los que supuestamente se pregunta.

El sondeo de julio de 2000 tuvo una primera ola de entrevistas en abril del mismo año, pero tampoco en aquella ocasión se preguntó por los tres dirigentes citados. Del sondeo de abril el Ejecutivo catalán sólo difundió la nota del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el cuestionario utilizado, al que también ha tenido acceso este periódico, no incluye ni a Carod, ni a Fernández Díaz, ni a Ribó.

Anuncio en el 'Diari Oficial'

El barómetro de julio de 2000 fue el primero que pasó a depender exclusivamente de Mas y de su equipo de colaboradores. Anteriormente, estos trabajos estaban asignados a Presidencia, pero el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) del 14 de marzo de 2000 publicó un anuncio mediante el cual se trasladaban al Gabinete del consejero de Economía y portavoz del Gobierno.

En el anuncio se especifica explícitamente que el contrato es para "la elaboración de una serie de estudios de opinión para el Gabinete del consejero y portavoz del Gobierno". Cuando Mas fue nombrado conseller en cap y consejero de Presidencia, en enero de 2001, la supervisión y difusión de los barómetros volvieron a este departamento. Todos los barómetros difundidos desde entonces llevan la firma de la Oficina de Comunicación del Gobierno, que depende de Madí, secretario de Comunicación.

Mas salió ayer en defensa de su mano derecha y arremetió contra el PP y los socialistas por impulsar una "comisión de erosión" para esclarecer el escándalo. En una entrevista a Catalunya Ràdio, Mas admitió que no ha podido saber aún quién es el "responsable directo" de la cascada de "errores" y omisiones detectados hasta ahora, pero exculpó a Madí porque éste, dijo, "no conocía algunas de las cosas que sucedían".

El conseller en cap aseguró que la Generalitat es la Administración "más transparente" y retó a Maragall a un cara a cara en el Parlament sobre sondeos. "A los socialistas y al resto de la oposición se les ve cada vez más el plumero", afirmó el candidato de CiU tras un acto con las juventudes de su partido, informa Efe.

Los socialistas presentaron ayer una moción, que será debatida en el próximo pleno, en la que proponen a la Cámara que repruebe a Mas por el escándalo de las encuestas. El texto identifica al conseller en cap como "máximo responsable político" de las "gravísimas irregularidades" cometidas.

Desde San Sebastián, el presidente del Partit dels Socialistes (PSC), Pasqual Maragall, justificó la petición de reprobación porque la ley no permite formular una moción de censura contra un consejero. "Los responsables de este desaguisado tienen que dimitir", remachó.

El PP "no va de farol"

Varios dirigentes del Partido Popular (PP) mostraron su irritación por las respuestas ofrecidas por Mas e insistieron en que hoy por hoy darían luz verde a la comisión de investigación sobre las encuestas que promueve la izquierda y que se debatirá el martes en la junta de portavoces de la Cámara.

"El PP no va de farol", aseguró el presidente regional, Josep Piqué, quien consideró que lo sucedido es "muy serio". Desde Tarragona reiteró que las explicaciones ofrecidas por Mas hasta ahora son "insatisfactorias" y aseguró que CiU "quiere presentarse como víctima", pese a que se ha "mentido" al Parlament, informa Lali Cambra. "Hoy apoyaríamos la comisión", añadió.

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