El Parlamento se pronuncia por primera vez contra la guerra y considera ilegal el uso de las bases

El PP, que acusó de electoralismo al PSOE, se queda otra vez aislado en la Cámara

El Parlamento andaluz estrenó ayer una nueva página de su historia. Por primera vez y fuera del corsé de la sesión de control al Gobierno, los grupos parlamentarios se manifestaron abiertamente sobre el uso de las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) por parte de EE UU en una posible guerra en Irak, un tema que afecta a competencias exclusivas del Estado. Aunque no hubo votaciones, la opinión mayoritaria de la Cámara (PSOE, IU, PA y grupo mixto) fue contraria a la utilización de las instalaciones militares y el no a la guerra sonó con fuerza. El PP, por enésima vez, se quedó ...

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El Parlamento andaluz estrenó ayer una nueva página de su historia. Por primera vez y fuera del corsé de la sesión de control al Gobierno, los grupos parlamentarios se manifestaron abiertamente sobre el uso de las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) por parte de EE UU en una posible guerra en Irak, un tema que afecta a competencias exclusivas del Estado. Aunque no hubo votaciones, la opinión mayoritaria de la Cámara (PSOE, IU, PA y grupo mixto) fue contraria a la utilización de las instalaciones militares y el no a la guerra sonó con fuerza. El PP, por enésima vez, se quedó solo con sus tesis.

Una comparecencia del consejero de Gobernación, Alfonso Perales, a petición de IU y grupo mixto, permitió que la Cámara hablara de la conflictiva situación internacional, un tema que por razones reglamentarias queda fuera del ámbito de la comunidad. El no a la guerra se oyó en boca de Perales, de Concha Caballero (IU), de José Calvo Poyato (PA), de Ricardo Chamorro (mixto) y de José Caballos (PSOE). Y en todos los discursos, una preocupación común: el deterioro de las relaciones euromediterráneas, que compromete a una región como la andaluza fronteriza con el Magreb.

Perales aseguró que el uso de las bases de Rota y Morón de la Frontera para una posible guerra en Irak sin el respaldo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU "incurriría en una violación de la legalidad internacional" con repercusiones no sólo en el ámbito político sino también con "eventualidades repercusiones de índole jurídica". Esa afirmación la suscribieron todos los grupos de izquierda, como IU que planteó la posibilidad de acudir al Tribunal Constitucional "por vulneración del Estatuto". El margen de la Junta, según Perales, es muy estrecho. "No podemos hacer más de lo que hacemos", subrayó.

Perales se quejó de la ausencia total de información por parte del Ejecutivo central sobre el "intenso apoyo que están prestando a Estados Unidos" las dos bases y lamentó que el presidente Aznar no haya respondido a la carta enviada el 23 de enero por Chaves en la que reclamaba que no se permitiera el uso de las bases. Un silencio que, a juicio del consejero, "es una muestra más del talante" de Aznar con respecto a los andaluces y sus instituciones. En tono solemne afirmó: "No queremos que el nombre y el territorio de Andalucía vayan asociados a este conflicto bélico. No en nuestro nombre, no en el nombre de los andaluces".

Quizás previendo la intervención del PP, el consejero se esforzó en quebrar los paralelismos que desde el PP se suelen establecer entre el conflicto en Irak y la guerra del Golfo de 1991, cuando el Gobierno de Felipe González se sumó "al amplio consenso internacional para restablecer la legalidad violada" por la invasión de Kuwait.

Efectivamente, el discurso del portavoz del PP, Antonio Sanz, un tanto provocador, se basó en lo que decían entonces los socialistas Felipe González y el presidente de la Junta, Manuel Chaves, sobre la guerra del Golfo. Y su conclusión fue: "Al PSOE de Andalucía le importa muy poco la paz. Lo que le importa son los votos y destruir al Gobierno del PP". Sanz tildó de "ridícula" la apreciación de Perales de que el uso de las bases sería "ilegal" sin la autorización de la ONU y, de nuevo, desempolvó crónicas periodísticas de hace una década para recordar que Chaves decía en 1991 que "no tenía por qué saber del paso de los B-52".

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Pero si el PP creía que con las hemerotecas iba a callar a los socialistas se equivocaron: "Ya sabíamos que Felipe González tiene la culpa de esta guerra y sigue sin dimitir", dijo el portavoz del PSOE, José Caballos, quien fue interrumpido en numerosas ocasiones. "¿Quién usó el terrorismo para desgastar a Felipe González? ¿Quién sigue usando a los muertos de ETA? No me hablen ustedes de electoralismo", enfatizó.

López Calvo y Ríos muestran lemas contra la guerra en la sesión de ayer.G.C.

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