'Don Pasquale' llega al Maestranza con mayoría de intérpretes andaluces

Don Pasquale, la ópera bufa de Gaetano Donizetti que juega con los enredos amorosos, las convenciones sociales y la ilusión de juventud de un viejo, llega por primera vez al Teatro de la Maestranza de Sevilla en una producción de la Fundación Teatro del Maggio Musicale Fiorentino. El montaje es italiano, pero el reparto está formado íntegramente por cantantes españoles, en su mayoría andaluces.

Con dirección musical de Paolo Arrivabeni y escénica de Jonathan Miller -aunque el responsable de la reposición de la puesta en escena es Gianfranco Ventura-, Don Pasquale se...

Don Pasquale, la ópera bufa de Gaetano Donizetti que juega con los enredos amorosos, las convenciones sociales y la ilusión de juventud de un viejo, llega por primera vez al Teatro de la Maestranza de Sevilla en una producción de la Fundación Teatro del Maggio Musicale Fiorentino. El montaje es italiano, pero el reparto está formado íntegramente por cantantes españoles, en su mayoría andaluces.

Con dirección musical de Paolo Arrivabeni y escénica de Jonathan Miller -aunque el responsable de la reposición de la puesta en escena es Gianfranco Ventura-, Don Pasquale se representa el 10, 12, 14 y 16 de marzo en el escenario sevillano con un reparto mayoritariamente andaluz, formado por el barítono onubense Juan Jesús Rodríguez, que encarna al doctor Malatesta, el amigo de Don Pasquale y de su sobrino Ernesto; el bajo granadino José Manuel Zapata, el falso notario, y el tenor jerezano Ismael Jordi, Ernesto. El bajo-barítono Carlos Chausson es Don Pasquale, el viejo solterón y rico que ante la negativa de su sobrino a casarse con quien le indica, decide desheredarlo y contraer matrimonio él mismo con una joven hermosa, Norina (la soprano Milagros Poblador).

Para Arrivabeni, se trata de una ópera "difícil como lo es el repertorio del bel canto italiano". Ventura, que no quiso dar pistas sobre una escenografía creada para sorprender, prefirió calificar Don Pasquale como comedia. "Es un juego, no es una ópera bufa; lo bufo procede de la comicidad de las situaciones, pero también hay tragedia".

Chausson resaltó la vigencia de una obra sobre el amor, el dinero y las convenciones sociales: "Es una historia de jóvenes que juegan con la ilusión que pueden provocar en un viejo y lo engañan. Engancharse a la juventud por cualquier medio es algo que se repite en la historia de la humanidad".