El centro de convenciones del Fòrum será un edificio abierto que se asomará al mar

Mateo, el arquitecto del proyecto, subraya que el plazo de construcción es récord

El centro de convenciones del Fòrum no tiene nada que ver con lo que suele ser un palacio de congresos, en el que el asistente tiene que salir a la calle para saber si hace buen tiempo o no, si es de día o de noche. Este centro de convenciones, el más grande del sur de Europa y de dimensiones semejantes a los de Berlín y Amsterdam, nace con una vocación completamente distinta. Su autor, el arquitecto Josep Lluís Mateo, dice de él que es como una "gran obra industrial, pesada, pero completamente abierta al exterior". Será un gran edificio luminoso y abierto al mar frente al modelo tradicional d...

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El centro de convenciones del Fòrum no tiene nada que ver con lo que suele ser un palacio de congresos, en el que el asistente tiene que salir a la calle para saber si hace buen tiempo o no, si es de día o de noche. Este centro de convenciones, el más grande del sur de Europa y de dimensiones semejantes a los de Berlín y Amsterdam, nace con una vocación completamente distinta. Su autor, el arquitecto Josep Lluís Mateo, dice de él que es como una "gran obra industrial, pesada, pero completamente abierta al exterior". Será un gran edificio luminoso y abierto al mar frente al modelo tradicional de salas cerradas y de espaldas a lo que ocurre fuera. De hecho, esa idea del arquitecto no fue muy bien acogida en principio por la sociedad que lo explotará, la sociedad Générale de Location, que mostró ciertas reticencias.

El edificio estará orientado hacia el mar. Un litoral que se podrá observar desde el vestíbulo del inmueble, de 4.000 metros cuadrados, que dará acceso a la gran sala de convenciones y exposiciones, de 11.600 metros cuadrados. Ése será el emplazamiento de dos de las exposiciones centrales del Fòrum. La sala, a modo de plaza, se podrá compartimentar en espacios más pequeños, según las necesidades de cada congreso o convención.

Parte del techo del centro se convertirá en una zona ajardinada y el arquitecto ha puesto especial interés en procurar el máximo de luz natural, por lo que uno de los frontales lo conformarán placas de aluminio perforadas.

El centro de convenciones ya se comunica con el edificio Fòrum por el subterráneo existente entre ambos. El auditorio de este último inmueble es el complemento del centro de convenciones y ambas son las piezas clave -junto con una amplia oferta hotelera que irá en aumento en la zona del Besòs- para que Barcelona se consolide como una de las capitales europeas de convenciones. Esa es al menos la aspiración del alcalde de Barcelona, Joan Clos.

De momento, la sociedad que los gestionará sostiene que ya tiene precontratados una treintena de congresos, a los que asistirán unos 100.000 congresistas, entre 2005 y 2008. En el año 2007 serán los congresos médicos los que atraerán a más congresistas a los nuevos espacios del Fòrum."Se trata de un plazo increíblemente corto". Así definía el arquitecto Josep Lluís Mateo el tiempo de construcción del centro de convenciones del Fòrum, que junto con el propio edificio Fòrum serán dos de los escenarios principales del evento. De hecho, la entrega del centro se realizará por fases, la última de las cuales está prevista para abril de 2004, tan sólo a un mes vista del inicio del acontecimiento. La planta de restauración no se abrirá hasta ya finalizado el Fòrum.

El estado actual de la obra del centro de convenciones del Fòrum ya deja entrever las importantes dimensiones del edificio; tendrá una gran plaza central de 11.000 metros cuadrados, que será la sala principal del centro, con capacidad para 15.000 asistentes a un mismo congreso. Un complejo entramado de grandes vigas permite visualizar ese espacio y el de la mayor parte del esqueleto del inmueble. "Tiene unos huesos muy fuertes, muy robustos. En cambio, la piel es muy sensible", explicaba ayer, a pie de obra, el autor del proyecto, el arquitecto Josep Lluís Mateo. A juicio del arquitecto se trata de un edificio muy complejo que se está construyendo en un plazo "increíblemente corto".

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Inmensa cocina

Tan ajustado es el fin de la obra que algunas partes esenciales, como las salas de reuniones de la primera planta, no se entregarán hasta abril de 2004. Es decir, a un mes escaso del inicio del Fòrum: el 9 de mayo. A finales de 2003 estará lista una parte del subterráneo del edificio; en este caso, el aparcamiento. El 31 de enero de 2004 se prevé la entrega de los almacenes y la cocina, también en el subterráneo. Se tratará de una inmensa cocina de 3.000 metros cuadrados con capacidad para atender a 1.500 comensales a la carta y a unos 15.000 de cocina de ensamblaje (el proceso de precocinado a gran escala que luego se manipula antes de servir).

También el 31 de enero de 2004 se entregará el espacio fundamental del centro de convenciones, en el que se montarán dos de las exposiciones principales del Fòrum: la de las Voces y la de las Esquinas. La parte más alta del edificio, la que tiene el frente al mar, no estará dispuesta para el Fòrum ya que ese espacio se reservará precisamente para logística del evento. Ese lugar, en una segunda planta, será uno de los más preciados del edificio. Lo ocuparán restaurantes y bares con un techo a modo de haima que se asomará al mar a través de una gran terraza.

La conexión del centro de convenciones con el edificio Fòrum se llevará a cabo a través de dos pasos. Uno, por una gran pasarela subterránea y otro, a nivel de la plaza. Lo que finalmente no se realizará es una gigantesca pantalla que inicialmente se había pensado colocar entre los dos edificios. Éstos se situarán en un plano parecido, y la plaza será el espacio de unión.

"Serán dos edificios que pese a ser completamente distintos, el del Fòrum más delicado y el centro de convenciones de una estructura casi industrial, dialogarán entre sí. Creo que es algo que se debe tener en cuenta", subraya Mateo.

No será un centro de convenciones al uso porque se quiere huir de los espacios cerrados. Por eso, tanto las paredes como el techo o las cubiertas del edificio combinan materiales translúcidos que dejen pasar la luz natural, desde vidrio hasta planchas de aluminio más o menos perforadas. Una parte de su cubierta, que irá desde la calle de Taulat hasta asomarse al mar, será un espacio ajardinado que podrá visitarse. Otra sección del techo será de piedra, una tercera será un lucernario y la cuarta, de alguna clase de mineral. Esa especial composición del techo del centro de convenciones será especialmente visible desde las otras dos piezas que forman el conjunto: el hotel de AC Hoteles y el edificio de oficinas del consorcio de la Zona Franca, ambos en fase de construcción. Los dos se alzarán por delante del centro de convenciones, situado en la calle de Taulat y ambos serán dos torres de unos 90 metros de altura.

Los dos edificios también han sido diseñados por Mateo y en ambas estructuras se parte de dos torres que en un determinado punto, a unos 50 metros de altura, cortan la continuidad para crear voladizos y terrazas. El hotel, con una capacidad de unas 450 habitaciones, podría estar terminado para el Fòrum, dijo ayer el arquitecto". En principio, la idea era acabar la fachada para el evento", precisó Mateo. El presupuesto del hotel es de unos 30 millones de euros, mientras que el del edificio de oficinas asciende a 18 millones euros.

Trabajos en la cubierta del centro de convenciones del Fòrum, con edificios de Diagonal Mar al fondo.CARLES RIBAS

Parados en La Panadella

La estructura central del centro de convenciones la forman cinco vigas de 75 metros de largo por 5 de alto y 6,5 de ancho. Todas tuvieron que ser trasladadas desde Villanueva de Gállego, en Zaragoza. Se trató de un complejo transporte por carretera -el ancho de una viga se comía dos carriles de autopista o de la N-II- en el que no faltaron las inclemencias climatológicas; a causa de éstas, en uno de los transportes las vigas se quedaron en el puerto de La Panadella por la niebla.Los convoyes salían de la factoría de Villanueva entre las 23.00 y medianoche con un dispositivo de la Guardia Civil.Ese servicio tenía que cambiar al llegar a Fraga, donde los Mossos d'Esquadra tomaban el relevo. En función de la hora, el transporte continuaba hasta llegar a la Zona Franca, punto en el que la Guardia Urbana proseguía con los convoyes hasta llegar a las obras del Fòrum siguiendo un complicado itinerario por dentro del casco urbano de Barcelona. Así que para la mayoría de los transportes se necesitaron más de 24 horas.

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