El fiscal reclama menos cárcel a la mujer que tiró a su bebé a la basura

El fiscal reconoció ayer que María Elvia S. G., la joven ecuatoriana de 27 años a la que acusa de haber matado a su hijo recién nacido arrojándolo a un contenedor de basura, actuó con sus facultades cognoscitivas levemente disminuidas debido al trastorno esquizoide de la personalidad que padecía. Durante la quinta y última sesión de la vista oral que se ha seguido contra la procesada en la Sección Decimoquinta de la Audiencia Provincial de Madrid, la fiscal modificó sus conclusiones provisionales y rebajó la pena de 18 años de prisión inicialmente solicitada a 15, al pedir la aplicación de la ...

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El fiscal reconoció ayer que María Elvia S. G., la joven ecuatoriana de 27 años a la que acusa de haber matado a su hijo recién nacido arrojándolo a un contenedor de basura, actuó con sus facultades cognoscitivas levemente disminuidas debido al trastorno esquizoide de la personalidad que padecía. Durante la quinta y última sesión de la vista oral que se ha seguido contra la procesada en la Sección Decimoquinta de la Audiencia Provincial de Madrid, la fiscal modificó sus conclusiones provisionales y rebajó la pena de 18 años de prisión inicialmente solicitada a 15, al pedir la aplicación de la atenuante de alteración psíquica leve.

De este modo, la representante del ministerio público calificó los hechos como constitutivos de un delito de asesinato, con la concurrencia de la agravante de parentesco y las atenuantes de confesión y de alteración psíquica leve. Según su escrito de acusación definitivo, hacia las 8.45 del 3 de febrero de 2002, la imputada, tras haber completado un embarazo fruto de una relación que mantenía en la clandestinidad y que en todo momento ocultó a las personas que vivían con ella, dio a luz un varón "vivo".

Tras escuchar llorar al bebé, y con la finalidad de acabar con su vida, le metió en una bolsa de plástico para la basura, se dirigió a la calle y le arrojó a un contenedor, donde el recién nacido falleció poco después por asfixia. La inculpada relató a la policía lo sucedido en el ambulatorio adonde fue trasladada por la intensa hemorragia que sufrió.

La fiscal añade que la acusada padece un trastorno esquizoide de la personalidad que determina que tenga una marcada tendencia al aislamiento social y una gran frialdad emocional.

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