El PP llevará al próximo pleno la "farsa" de los sondeos y pide que Mas aclare su "manipulación"

El 'conseller en cap' considera "muy poco trascendentes" los "pequeños errores" detectados

Todos los partidos parlamentarios, salvo Convergència i Unió (CiU), coincidieron ayer en calificar de "muy graves" las reiteradas ocultaciones y manipulaciones en los sondeos oficiales encargados por el Gobierno de Convergència i Unió (CiU). El PP, socio parlamentario de CiU desde 1996, llevará al próximo pleno la polémica y pretende interpelar directamente al conseller en cap, Artur Mas, al que considera "máximo responsable de esta farsa". Iniciativa presentó una proposición no de ley para que el Parlament inste el cese de David Madí, secretario de Comunicación del Ejecutivo. De...

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Todos los partidos parlamentarios, salvo Convergència i Unió (CiU), coincidieron ayer en calificar de "muy graves" las reiteradas ocultaciones y manipulaciones en los sondeos oficiales encargados por el Gobierno de Convergència i Unió (CiU). El PP, socio parlamentario de CiU desde 1996, llevará al próximo pleno la polémica y pretende interpelar directamente al conseller en cap, Artur Mas, al que considera "máximo responsable de esta farsa". Iniciativa presentó una proposición no de ley para que el Parlament inste el cese de David Madí, secretario de Comunicación del Ejecutivo. Desde Quebec, Mas consideró "muy poco trascendentes" los a su juicio "pequeños errores" detectados en los sondeos.

La difusión de las encuestas públicas depende del equipo del conseller en cap en el Departamento de Presidencia. Desde 1998 el Ejecutivo está obligado por decreto a hacer públicos todos los sondeos que encarga y a depositar una copia en el Registro de Encuestas y Estudios de Opinión que alberga el Instituto de Estadística. Además, debe remitir al Parlament los estudios que incluyan evaluaciones de líderes políticos.

En los últimos años se han producido varios casos de manipulación u ocultación de datos en sondeos públicos. En enero de 2001 Presidencia remitió al Parlament un sondeo con tablas falsas que beneficiaban a Mas y rebajaban las evaluaciones de los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla y del democristiano Josep Antoni Duran. Otro barómetro se envió a la Cámara sin las buenas notas obtenidas entonces por Duran y por el hoy líder del PP catalán, Josep Piqué.

Además, en noviembre de 2001 Presidencia mutiló otra encuesta oficial en la que los ciudadanos reprobaban la actuación de la Generalitat en el conflicto que mantenía con el Ayuntamiento de Llagostera (Gironès) por la construcción de una línea de alta tensión en Les Gavarres. El sondeo ponía de relieve que sólo el 35,9% estaba de acuerdo con la política de Industria, dirigida entonces por Antoni Subirà y Oriol Pujol Ferrusola, frente al 61,7% que secundaba al alcalde de Llagostera, Lluís Postigo, de Iniciativa (véase EL PAÍS de ayer).

Todos los grupos de la oposición y el PP mostraron ayer su indignación por las manipulaciones y omisiones y señalaron como responsable a David Madí, uno de los principales colaboradores del conseller en cap.

El PP, no obstante, fue aún más lejos y fijó su atención directamente en Mas. En la junta de portavoces de ayer, el portavoz adjunto del PP, Daniel Sirera, anunció que su grupo interpelará al Gobierno catalán en el próximo pleno -la semana próxima- por las "gravísimas irregularidades y manipulaciones" en las encuestas oficiales. Sirera explicó que quiere que sea Mas quien dé las explicaciones: "El cocinero de las encuestas es David Madí, pero Artur Mas es el máximo responsable de esta farsa y tiene la obligación de dar explicaciones en el pleno", dijo Sirera. Su presidente regional, Josep Piqué, mostró incredulidad porque no se hayan asumido responsabilidades. "En otros lugares se hubiera producido un verdadero escándalo", afirmó.

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Toda la izquierda expresó en el Parlament su indignación por la manipulación de sondeos: "Si el Gobierno fuera gobierno le caería la cara de vergüenza y haría dimitir a David Madí, responsable último de manipular las encuestas", afirmó el portavoz del grupo socialista, Joaquim Nadal, quien añadió: "Todo esto es un engaño al Parlament y al pueblo de Cataluña".

El portavoz parlamentario de Esquerra Republicana (ERC), Josep Huguet, consideró "lamentable" la situación y opinó que en el Gobierno de CiU existe una "oficina de control y manipulación". Rafael Ribó, presidente del grupo de Iniciativa, dijo que hay un "falseamiento de la transparencia democrática" y consideró "gravísimo" que nadie haya asumido responsabilidades. ICV entró ayer mismo una proposición no de ley que pide que el Parlament reclame el cese de Madí. El texto, que será sometido a votación dice: "El Parlament de Catalunya, ante el reiterado engaño a que ha sido sometido por parte de los responsables de Comunicación del Gobierno, reprueba al Gobierno de la Generalitat e insta al Consell Executiu a cesar a David Madí".

"Digno del franquismo"

El alcalde de Llagostera, Lluís Postigo, consideró "escandaloso" que la Generalitat mutilara el sondeo sobre el conflicto de Les Gavarres. "Es una manipulación digna del régimen franquista", aseguró.

Desde Quebec, donde terminó su viaje, Mas dijo que "desconoce" el caso de la mutilación del sondeo de Les Gavarres y minimizó la polémica, informa Francesc Valls. Mas aseguró que el Gobierno catalán "dará las explicaciones necesarias" y consideró que "se hace mucho escándalo por muy pequeños errores". "Se puede dar mucha trascendencia o la que tiene, que es muy poca".

El portavoz parlamentario de CiU, Ramon Camp, si bien por la mañana aseguró que no haría "ningún comentario" sobre este tema, por la tarde emitió un comunicado de dos folios en el que calificó de "delirante" y "esperpéntico" el "bluf" que se ha creado, del que responsabilizó a los socialistas.

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