Aznar mantiene su apoyo a Bush pese a las masivas marchas por la paz

Zapatero: "Europa sabe ahora que la voz del presidente no es la de España"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha decidido mantener su apoyo al presidente de EE UU, George Bush, en sus planes contra Irak a pesar de las masivas manifestaciones por la paz que se celebraron el sábado en toda España, en las que se le emplazó a rectificar. Aznar, que el próximo fin de semana será recibido por Bush en Crawford (Tejas), defenderá hoy en el Consejo Europeo extraordinario de Bruselas el cumplimiento "estricto y en breve plazo" de la resolución 1.441 de la ONU contra Sadam Husein.

Las protestas de más de tres millones de españoles contra un ataque a Irak fuero...

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El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha decidido mantener su apoyo al presidente de EE UU, George Bush, en sus planes contra Irak a pesar de las masivas manifestaciones por la paz que se celebraron el sábado en toda España, en las que se le emplazó a rectificar. Aznar, que el próximo fin de semana será recibido por Bush en Crawford (Tejas), defenderá hoy en el Consejo Europeo extraordinario de Bruselas el cumplimiento "estricto y en breve plazo" de la resolución 1.441 de la ONU contra Sadam Husein.

Las protestas de más de tres millones de españoles contra un ataque a Irak fueron acogidas en La Moncloa con frialdad. El jefe del Ejecutivo, según fuentes de su entorno, se matiene "firme en su convicción" de que la más "eficaz apuesta por la paz es una dura presión" sobre Sadam Husein que incluya la amenaza de guerra para que se desarme. Varios ministros confirmaron que el Gobierno no cambiará de actitud por las manifestaciones del sábado.

Francisco Álvarez-Cascos pidió que sean "simétricamente respetados los derechos de la mayoría silenciosa que no se manifestó", Javier Arenas acusó a los socialistas de "manipular, de forma cómoda e irresponsable, los sentimientos" de los ciudadanos y Mariano Rajoy llegó a afirmar que "la ONU es prescindible" si no es capaz de hacer cumplir sus resoluciones. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, proclamó que "toda Europa sabe ahora que la voz de Aznar no es la de España" y exigió al presidente una cambio de política hacia Irak.

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