Reportaje:

Caramelos con cierto sabor amargo

Chupa Chups prepara un nuevo producto dentro de sus planes para reequilibrar sus cuentas

La multinacional catalana Chupa Chups, que está poniendo en marcha una batería de medidas para superar las dificultades por las que atraviesa, tras haber incurrido en el pasado ejercicio en unas pérdidas que se estiman en torno a los 18 millones de euros, prepara el lanzamiento de un nuevo producto en su fábrica de Villamayor (Asturias) con el que la compañía parece confiar de nuevo en las potencialidades de desarrollo de su caramelo fundacional, el Chupa-Chups, para el relanzamiento de las ventas y de los resultados de la sociedad.

En la misma localidad en la que el empresario catalán ...

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La multinacional catalana Chupa Chups, que está poniendo en marcha una batería de medidas para superar las dificultades por las que atraviesa, tras haber incurrido en el pasado ejercicio en unas pérdidas que se estiman en torno a los 18 millones de euros, prepara el lanzamiento de un nuevo producto en su fábrica de Villamayor (Asturias) con el que la compañía parece confiar de nuevo en las potencialidades de desarrollo de su caramelo fundacional, el Chupa-Chups, para el relanzamiento de las ventas y de los resultados de la sociedad.

El grupo ha vendido el 50% de su negocio en China, ha trasladado su sede a Cornellá y revisará su presencia en Rusia y México

En la misma localidad en la que el empresario catalán Enric Bernat Fontlladosa lanzó en 1959 el primer caramelo esférico y con palo sobre el que iba a erigirse el éxito que permitió convertir a una minúscula empresa en una multinacional, se ultiman los preparativos para invertir 3,1 millones de euros en la fabricación de una nueva propuesta, que se mantiene con sigilo, y que permitirá completar la gama del tradicional Chupa-Chups.

El director corporativo de tecnología de la empresa, Manuel Orriols, se limita a explicar en Oviedo que con el nuevo proyecto se aspira a "ampliar el target de sus consumidores", e incorporar innovaciones para no limitarse "al caramelo clásico y simple". Todo apunta a que la innovadora propuesta, que saldrá al mercado este mismo año, persigue ampliar el segmento de público tradicional del histórico Chupa-Chups, muy circunscrito al ámbito infantil, ampliando sus posibilidades entre los consumidores adultos y dotándole de mayor valor añadido. Se seguirían así los pasos del éxito comercial que supuso para la empresa el lanzamiento de Smint, el único caramelo para adultos fabricado hasta ahora por Chupa Chups y que se convirtió en líder en el mercado nacional en la categoría de los llamados mini-mentas o mini-mints (golosinas comprimidas extra-refrescantes).

La elección de la factoría asturiana para la fabricación del nuevo caramelo esférico con palo obedece a la homologación de esta planta por Morinaga, el principal cliente japonés de la compañía española de caramelos -desde la factoría de Villamayor se exporta el tradicional Chupa-Chups a Asia, entre otros mercados-, pero también a la concesión de subvenciones a la nueva inversión por parte del Gobierno del Principado, cuya cuantía no ha trascendido.

El lanzamiento de este producto se inserta en toda una política de reestructuración que está acometiendo el nuevo director general de la sociedad, Juan José Pérez Cuesta, que procede de la filial francesa de Danone y al que la familia Bernat confió la gestión de la compañía para restablecer el equilibrio de su cuenta de resultados tras la fortísima expansión internacional acometida por la sociedad en las últimas décadas.

En esta estrategia de reordenamiento y reequilibrio se inserta la decisión de trasladar la sede corporativa de Barcelona a Cornellá, la venta del 50% de su filial china a un operador local (Tingyi), la reciente reducción de empleo en varias fábricas y un programa de bajas de cuadros directivos medios, la renuncia a la línea de diversificación de caramelos con juguetes, la anunciada aportación de la marca Chupa Chups -propiedad hasta ahora de una sociedad patrimonial de la familia- a la empresa de caramelos para capitalizarla y la posible adquisición por los Bernat de la casa Batlló, un edificio modernista del paseo de Gràcia de Barcelona, perteneciente a Sociedad Anónima Chupa Chups; el anuncio de una posible ampliación de capital y el estudio de una eventual venta de activos considerados no estratégicos.

También está en revisión el negocio de bollería en Rusia y la filial de México. El plan definitivo, que se está negociando con el pool de bancos que concedieron créditos a Chupa Chups por valor de 75 millones de euros, se conocerá en un mes.

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