Rock en busca de tiempos mejores
Un disco reúne a 12 grupos gaditanos que tratan de superar viejas dificultades
El rock gaditano no parece vivir sus mejores tiempos. Bandas tan sonadas como Los Cables, El Sur o los isleños Hermanos Dalton se hallan disueltas o sumidas en un largo silencio discográfico. Las salas privadas de conciertos prácticamente no existen desde el cierre de la inolvidable Comix, y son muy pocos los sellos dispuestos a apostar por nuevas aventuras musicales. A pesar de ello, nunca ha habido una proliferación de grupos como la que hoy se da en la capital gaditana. Las naves de la Zona Franca sirven de local de ensayo a innumerables proyectos condenados, salvo contadas excepciones, a u...
El rock gaditano no parece vivir sus mejores tiempos. Bandas tan sonadas como Los Cables, El Sur o los isleños Hermanos Dalton se hallan disueltas o sumidas en un largo silencio discográfico. Las salas privadas de conciertos prácticamente no existen desde el cierre de la inolvidable Comix, y son muy pocos los sellos dispuestos a apostar por nuevas aventuras musicales. A pesar de ello, nunca ha habido una proliferación de grupos como la que hoy se da en la capital gaditana. Las naves de la Zona Franca sirven de local de ensayo a innumerables proyectos condenados, salvo contadas excepciones, a una vida corta y estéril, y que no tardan en dar el relevo a otras propuestas.
El Ayuntamiento de Cádiz ha venido mostrando en los últimos años cierta sensibilidad hacia estos jóvenes artistas. Algunas salas municipales organizan regularmente conciertos colectivos, y bajo los auspicios de la Concejalía de Juventud han visto ya la luz varios discos recopilatorios: tal es el caso de Cantautores, Cádiz Brutal y Cádiz Attack, dedicados respectivamente a los trovadores, el heavy metal y el rock.
El último de estos álbumes lleva por título Cádiz alternativo y fue presentado recientemente por la alcaldesa, Teófila Martínez, quien prometió brindar locales de ensayo a los músicos gaditanos. El título del disco alude a la participación de las 12 bandas que lo integran en el programa municipal de ocio que, desde hace tres años, pretende acabar con la hegemonía del botellón.
La tirada de Cádiz alternativo comprende mil compactos promocionales, distribuidos entre músicos, discográficas y medios de comunicación. La grabación tuvo lugar en los estudios gaditanos Bunker Records, que acogieron a los grupos 151 AD., Cobaya, Más Madera, Won't Be the Same, KPA, Requiem, Atómikos, Skin Shagy, Brutal Zone, Fragel Rock, Elíptica y Señuelo Urbano.
Atómikos, uno de los más veteranos de este recopilatorio, logró editar en 1998 su primer disco, Mundo atómico, en el sello independiente Pánico Records. "Desde entonces hemos tenido muchas dificultades para tocar y acceder a los medios de difusión", lamenta Paco, guitarra y voz. "En el resto de Andalucía la situación no es mejor, aunque hubo un momento, a finales de los noventa, en que la situación pareció moverse algo más. Nosotros queremos ser optimistas, seguimos componiendo y tocando", añade.
Antonio Cansino, cantante de Cobaya, señala a la educación musical del público como culpable de estos males añejos: "El rock no es lo que más gusta en estas tierras, tira más el flamenco o el carnaval. Sin llegar a ser marginados, lo seguro es que no estamos bien vistos. He tenido la suerte de viajar y comprobar que la cultura musical europea es muy superior; aquí no se nos ha preparado para escuchar rock", comenta Cansino.
El músico tampoco rehúye la autocrítica: "No se hace música rompedora, quizá porque todo es un círculo vicioso, ya que la falta de medios resiente la creatividad. También es cierto que tenemos una edad, todos trabajamos y es difícil plantearte una gira, como soñábamos cuando empezábamos. Ahora sólo queremos pasarlo bien", apostilla Cansino.
151 AD., grupo revelación en el último Festival Espárrago, también conoce la rutina de grabar maquetas y actuar en foros reducidos desde que inició su andadura hace ya ocho años. La dificultad de encontrar el respaldo de una discográfica hace que sus componentes no descarten, a largo plazo, la opción de autoeditarse un disco. Las palabras de su guitarrista, Jesús Montaño, son rotundas: "Hay muy poco apoyo, las salas de conciertos han ido chapando (cerrando) una tras otra, y así seguimos. Vamos a acabar tocando en medio de la calle".