Crónica:BALONMANO | Campeonato del Mundo

Hombrados no basta para el bronce

España cae ante Francia pese a la gran actuación de su portero y concluye cuarta

Una excelente actuación del portero Hombrados no bastó para que España pudiera colgarse la medalla de bronce en el cuello. El equipo de Argilés concluyó el Mundial de forma triste y apagada, sucumbiendo ante Francia por 22-27 y sin ninguna capacidad para defender sus opciones. Acabó cuarto. El batacazo recibido el día anterior en las semifinales ante Croacia fue demasiado fuerte para que pasara inadvertido. "Pesó y mucho", señaló Argilés. "Pero ahora el equipo ya mira estas derrotas con una visión histórica. Sabe que el gran momento fue ayer y que se falló. Hoy, el disgusto venía ya del día an...

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Una excelente actuación del portero Hombrados no bastó para que España pudiera colgarse la medalla de bronce en el cuello. El equipo de Argilés concluyó el Mundial de forma triste y apagada, sucumbiendo ante Francia por 22-27 y sin ninguna capacidad para defender sus opciones. Acabó cuarto. El batacazo recibido el día anterior en las semifinales ante Croacia fue demasiado fuerte para que pasara inadvertido. "Pesó y mucho", señaló Argilés. "Pero ahora el equipo ya mira estas derrotas con una visión histórica. Sabe que el gran momento fue ayer y que se falló. Hoy, el disgusto venía ya del día antes. Se nos escapó otra oportunidad". Aun igualando la mejor clasificación de la historia del balonmano español en un Campeonato del Mundo (Egipto 1999), el cuarto puesto en Portugal tiene un sabor amargo. Tal vez por la forma cómo se produjo, porque llegó cuando todo el mundo pensaba que había una clara opción de disputar la final, y porque, luego, constató que a España le cuesta más que a otros equipos recuperar la moral, tras un golpe psicológico: o sea, que los jugadores son más frágiles. Pero también, porque la excelente clasificación española no logra esconder las deficiencias de este equipo en ataque. Si ayer, con lo que llegó a parar Hombrados -cerca del 50%-, España perdió, es que algo muy grave está ocurriendo en el ataque. Es cierto que Francia tiene una de las mejores defensas del campeonato. Pero el bajísimo porcentaje de acierto en el lanzamiento de los atacantes españoles delata que se eligió mal el tiro, que se actuó con precipitación, que pesó excesivamente la falta de experiencia de algunos jugadores, y que faltó convicción y motivación. "Lo que ocurrió hoy en el ataque", profundizó luego Argilés, "desvela que hay que hacer una gran inversión en táctica y en técnica individual. Tenemos conceptos erróneos para el balonmano actual. Hay conceptos que deben revisarse: hay que jugar en diagonales, tener los pies en tierra, saber moverse sin balón, fintar sin hacer falta de ataque, mejorar la estrategia del bote para que no te roben el balón. Tenemos un desafío. Los jugadores jóvenes deben comprender que el balonmano está cambiando". Ayer, España apenas tuvo opciones para levantar el partido. Fue siempre a remolque de los franceses que, a pesar de ser los campeones mundiales, lucharon con más firmeza que los españoles por el Bronce. Se instalaron en una cómoda ventaja de cuatro y cinco goles, y cuando España se les acercó hasta un gol (17-18, m. 42) los errores de todo tipo acabaron por condenarlo. La mejor noticia fue que Masip -casi sin jugar ahí- figuró como central en el equipo ideal del campeonato.

ESPAÑA 22 - FRANCIA 27

España: Hombrados (Barrufet); Prieto, O'Callaghan, Garralda, M. Ortega, Entrerríos (4), A. Ortega (7, 1 de penalti) -siete inicial-. Duishebáev (5), García, Masip (1, de p.), Hernández (3), Colón (2) y Romero. Francia: Martín (Omeyer); Gille (3), Narcise (7), Golic (2), Richardson (2), Abati (4), Cazal (4) -siete inicial-. Fernández, Burdet (1), Anquetil (2), Kempe y Houlet (2 de p.). Marcador cada cinco minutos: 2-3, 4-6, 6-9, 8-12, 9-14, 11-16 (descanso). 13-17, 25-28, 27-30, 28-21, 19-23 y 22-27. Árbitros: Goulao y Macau, de Portugal. Unos 8.000 espectadores en el pabellón Atlantico de Lisboa. España pierde con Francia y acaba cuarto.

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