Zapatero justifica el apoyo al endurecimiento de penas por "responsabilidad y no por debilidad"

La "responsabilidad" y no "la debilidad" es el motivo que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, invocó ayer ante el Comité Federal de su partido para justificar el apoyo al Gobierno en el endurecimiento de penas para los terroristas. Zapatero esgrimió también "la enorme sensibilidad" de los ciudadanos ante el terrorismo en respuesta a las objeciones puestas por algunos dirigentes del PSOE que denunciaron al Gobierno por utilizar el terrorismo de manera partidista. Varias intervenciones se opusieron al incremento de las penas de 30 a 40 años

El líder del PSOE, Jos...

La "responsabilidad" y no "la debilidad" es el motivo que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, invocó ayer ante el Comité Federal de su partido para justificar el apoyo al Gobierno en el endurecimiento de penas para los terroristas. Zapatero esgrimió también "la enorme sensibilidad" de los ciudadanos ante el terrorismo en respuesta a las objeciones puestas por algunos dirigentes del PSOE que denunciaron al Gobierno por utilizar el terrorismo de manera partidista. Varias intervenciones se opusieron al incremento de las penas de 30 a 40 años

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero y su ejecutiva no se equivocaron al pensar que el Comité Federal abordaría prioritariamente las reformas legislativas para endurecer las penas por terrorismo y gran delincuencia. Una veintena de intervinientes de este órgano de dirección del PSOE, compuesto por 200 miembros mostraron raron su absoluta certidumbre de que el Gobierno ha tomado esta iniciativa para tapar sus problemas y, singularmente, la crisis del Prestige. Zapatero abordó en su intervención inicial este asunto asegurando que "el límite para el acuerdo no son las formas sino la Constitución". Toda vez que hay tiempo para que entren en vigor, Rodríguez Zapatero señaló ante los suyos que merece la pena "estudiarlas con calma", en la certidumbre de que los socialistas las mejorarán.

En las réplicas a sus compañeros, Zapatero aseguró que el sí a la reforma no impide el trabajo que ahora viene para mejorarla como ya ha hecho en otros casos. "En este asunto prefiero pecar por exceso de responsabilidad", dijo tras asegurar que no hay por su parte "debilidad". Eso sí destacó "la gran sensibilidad que hay en la opinión pública sobre el terrorismo", por lo que ni siquiera debían producirse juicios de intención. "Los ciudadanos son adultos y ya saben en que contexto y en qué fechas el Gobierno propuso las medidas", dijo en la reunión a puerta cerrada.

El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, preguntó en alto por qué es la oposición quien impulsa el consenso y no el Ejecutivo. "El Gobierno aprovecha el pacto antiterrorista y lo utiliza presentando medidas como si fueran los únicos que tienen ideas; la propuesta de Aznar se veía venir porque le iban mal las cosas y nosotros deberíamos habernos anticipado", dijo Ibarra.

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, leyó algunos apartados del Pacto contra el Terrorismo, sobre la necesidad de acordar las reformas y concluir que "el Gobierno utiliza en beneficio propio el terrorismo cada vez que necesita lavarse la cara". "No debemos consentir que nos impongan nada, deben respetar la Constitución y en ella está la reinserción de los presos". El secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, pidió "firmeza ante la manipulación de PP con el terrorismo" y estimó inconveniente subir las penas de 30 a 40 años. La parlamentaria aragonesa Mercedes Gallizo dio por seguro que el Gobierno "desea" que el PSOE "se desmarque" para acusarle de "ambiguo" pero discrepó del alza de las penas. Manuel de la Rocha, de la corriente Izquierda Socialista, cosechó un aplauso al exponer sus tesis sobre la política "de mazmorra" del Gobierno. "Hubiéramos tenido que aguantar el primer tirón y no decir tan pronto que sí a la reforma, aunque ya sé que el marco es limitado porque si ponemos objeciones el PP nos machaca", dijo De la Rocha que reivindicó el Código Penal de 1995 que ya endurece el castigo al suprimir la redención de pena por trabajo y exigir "un pronóstico de reinserción favorable para salir en libertad". Los etarras que han salido de la cárcel lo han hecho bajo el paragunas del Código de 1973. El portavoz de esta corriente, Juan Antonio Barrio, sugirió que el partido empiece a "poner límites" a las pretensiones del Gobierno.