Salvación para las estaciones

La llegada del frío y de las nevadas fue recibida ayer como agua de mayo en las estaciones de esquí del Pirineo catalán, andorrano y aragonés. "En los últimos tres días, las temperaturas han pasado de siete grados positivos a cinco bajo cero", explicó Joaquim Alsina, director de Cerler. "Gracias a eso y a las nevadas, se ha normalizado la situación y se podrá salvar otro tramo de la temporada".

El calor de finales de diciembre había humedecido la nieve incluso en las cotas altas y amenazaba la viabilidad económica del resto de la temporada, puesto que ni siquiera permitía la creación de...

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La llegada del frío y de las nevadas fue recibida ayer como agua de mayo en las estaciones de esquí del Pirineo catalán, andorrano y aragonés. "En los últimos tres días, las temperaturas han pasado de siete grados positivos a cinco bajo cero", explicó Joaquim Alsina, director de Cerler. "Gracias a eso y a las nevadas, se ha normalizado la situación y se podrá salvar otro tramo de la temporada".

El calor de finales de diciembre había humedecido la nieve incluso en las cotas altas y amenazaba la viabilidad económica del resto de la temporada, puesto que ni siquiera permitía la creación de nieve artificial. Ayer, sin embargo, las estaciones pirenaicas recibieron como una bendición no sólo la bajada de las temperaturas, sino también la caída de una nevada que incrementó los espesores entre 20 y 30 centímetros.

"Es nieve polvo, fresca, que va a ser complementada con nieve artificial, puesto que los cañones van ahora a todo trapo", agregó Alsina. La temporada de esquí tuvo un inicio excelente, con llenos casi absolutos durante el puente de la Constitución y las vacaciones navideñas.

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