Reportaje:Copa de la UEFA | FÚTBOL

Los héroes de Elland Road

Dely Valdés, con sus goles, lideró la gesta europea del Málaga en Leeds

A punto de cumplir los 36 años, los últimos 12 como futbolista profesional, Julio César, Dely, Valdés (Colón, Panamá, 1967), sabe bien cómo son las cosas del fútbol. Por eso parece encajar sin inmutarse el vertiginoso tránsito de villano a héroe. Pitado por la afición el pasado sábado, en la Liga, frente al Villarreal, seis días después firmó con sus dos goles en Elland Road la gesta de todo el equipo de Joaquín Peiró de plantarse en los octavos de final de la Copa de la UEFA al eliminar (1-2) al Leeds en su propio terreno. No puede ser más brillante el debú del conjunto andaluz en una ...

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A punto de cumplir los 36 años, los últimos 12 como futbolista profesional, Julio César, Dely, Valdés (Colón, Panamá, 1967), sabe bien cómo son las cosas del fútbol. Por eso parece encajar sin inmutarse el vertiginoso tránsito de villano a héroe. Pitado por la afición el pasado sábado, en la Liga, frente al Villarreal, seis días después firmó con sus dos goles en Elland Road la gesta de todo el equipo de Joaquín Peiró de plantarse en los octavos de final de la Copa de la UEFA al eliminar (1-2) al Leeds en su propio terreno. No puede ser más brillante el debú del conjunto andaluz en una competición internacional. Y ahora Dely Valdés es aclamado por una eufórica, e incrédula, afición.

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Lo cierto es que el panameño es uno de los jugadores más queridos por los malagueños. Defendido a pecho descubierto en sus horas más bajas por Darío Silva, con quien forma la ya famosa delantera de la doble D, casi todos sus compañeros expresaron tras el partido de Leeds un doble motivo de felicidad: la clasificación del equipo y su recuperación. Y es que, según su entrenador, Peiró, "es un excelente profesional, pero, por encima de ello, una bellísima persona". Peiró, a quien la hinchada apoda El Viejo con todo el cariño que le merece el técnico que más satisfacciones le ha regalado, dio al final de la cita inglesa un claro aviso a los navegantes: "Nunca pensé en su suplencia".

Mientras tanto, Valdés, a lo suyo. Y lo suyo es marcar goles: 69 lleva desde la temporada 1997-1998 en el Oviedo y el Málaga. Y eso, ya se sabe, es cuestión de rachas. Sus compañeros han dado a conocer ahora que lo ha pasado muy mal con tanta crítica y tanto desacierto, pero que jamás ha salido de su boca un lamento. En esta Liga sólo ha conseguido tres tantos y se han hecho más conocidos sus fallos.Tampoco ahora, cuando de nuevo es tratado como un grande, se atreve a pronunciar autorreivindicación alguna. Por más que se le pregunta, sólo habla del equipo, del trabajo colectivo y de la importancia de estar tan lejos en la Eurouefa. "Siento una gran alegría" repite, henchido. Al fin y al cabo, él es uno de los pocos futbolistas del Málaga que ya han conocido el éxito internacional, pues con el París Saint Germain conquistó una Recopa.

Valdés llegó al Málaga a comienzos del curso 2000-2001. Un fichaje modesto de un jugador que comenzaba su declive y que fue el recambio que la directiva malacitana encontró para el brasileño Catanha dentro de la política de vender lo mejor y fichar lo justo por la que se ha guiado desde que el equipo volvió a la Primera División en el de 1998-1999 de la mano de Peiró, el entrenador del milagro.

Con Peiró en el banquillo, en efecto, el Málaga acumula una trayectoria increíble. Aun vendiendo lo mejor -Catanha tras el primer año y Rufete, Movilla, De los Santos y Agostinho tras el segundo-, ha ido mejorando su clasificación. Esta vez no ha fichado ni vendido. En esas condiciones, encaró muy pronto la campaña, en julio, para conseguir entrar en la Copa de la UEFA vía Copa Intertoto. Ganó esta competición sin perder ninguno de sus seis partidos. Después tuvo un comienzo liuero espectacular y en la Eurouefa tampoco ha perdido en sus seis encuentros.

Por eso la afición vive entre la incredulidad y la euforia. "¿Quién nos iba a decir que íbamos a estar entre los mejores de Europa cuando el 0-8 de Guadix?", se preguntaba un seguidor en la noche histórica del jueves. Y es que ni del 0-8 al Guadix ni del 14-0 al Garrucha, en Tercera División, hace tanto tiempo: siete años. Así que ser el único equipo español en los octavos de final de la Copa de la UEFA es en Málaga algo más que un título.

Dely Valdés protege el balón durante el partido del jueves.REUTERS

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