Los petroleros de CLH superan los 15 años y son monocasco
Los cinco buques de la compañía española tienen entre 22 y 31 años de antigüedad
Si el Gobierno aplicase a rajatabla el principio de no dejar que se acerquen a menos de 200 millas de la costa española a los petroleros con más de 15 años de antigüedad que carezcan de doble casco debería expulsar de sus aguas a los buques de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH S. A.), resultado de la privatización de CAMPSA, lo que podría acarrear problemas de suministro de combustible para España, según las fuentes consultadas.
Ninguno de los cinco petroleros de CLH tiene menos de 15 años y todos son monocasco. El más veterano es el Campurdán, con 31 años de antigüedad...
Si el Gobierno aplicase a rajatabla el principio de no dejar que se acerquen a menos de 200 millas de la costa española a los petroleros con más de 15 años de antigüedad que carezcan de doble casco debería expulsar de sus aguas a los buques de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH S. A.), resultado de la privatización de CAMPSA, lo que podría acarrear problemas de suministro de combustible para España, según las fuentes consultadas.
Ninguno de los cinco petroleros de CLH tiene menos de 15 años y todos son monocasco. El más veterano es el Campurdán, con 31 años de antigüedad, más del doble del límite fijado por el Gobierno español para considerarle peligroso. Tiene 10.040 toneladas de peso muerto y 12.606 metros cúbicos de capacidad en sus tanques. El Campobierzo, construido también en 1971 y con una capacidad similar, ha sido ya dado de baja, según un portavoz de CLH, aunque aún figura en el último anuario de la Asociación de Navieros Españoles (Anave).
Los buques más modernos de la flota de CLH son el Campeón y el Camponubla, con 22 años cada uno, mientras que el mayor es el Calvo Sotelo, construido en 1977, con 36.520 toneladas de peso muerto y 49.921 metros cúbicos de capacidad. Se trata de barcos de mucho menor tonelaje que el Prestige, pues se dedican a la navegación de cabotaje y no a la de altura, pero su mayor proximidad a la costa les hace más peligrosos en caso de vertido.
Un portavoz de CLH manifestó ayer a EL PAÍS que los barcos de la compañía "están todos abanderados en España y sometidos a la vigilancia e inspecciones de las autoridades españolas y de la Unión Europea".
"Lo importante", agregó, "no es tanto la antigüedad del buque sino la calidad del mantenimiento y de las tripulaciones", por lo que, en su opinión, resulta "ignominioso" comparar los buques de CLH con el Prestige.
El mismo portavoz subrayó que que su flota "cumple toda la normativa vigente" y que, por el momento, no existe ninguna nueva directiva, sino sólo la previsión de cambiarla en el futuro. "En el momento en que cambie la legislación, CLH se adaptará a la misma", agregó.
La flota de esa compañía "no transporta fueles pesados, sino ligeros", según su portavoz. Su función es completar la red de oleoductos, con 3.424 kilómetros de extensión, llevando combustibles desde las refinerías de Huelva, Tarragona, A Coruña, Bilbao, Cartagena y Castellón a las islas y a puertos como Motril (Granada) o Gijón (Asturias).
De cara al futuro, CLH no tiene previsión de renovar su flota, salvo prescripción legal, pero sí la de "adecuarla a sus necesidades operativas", lo que previsiblemente supondrá una reducción del número de unidades, que en los últimos años ha pasado de cuatro decenas o sólo cinco.
La flota con pabellón español incluye siete buques de crudo y 13 de productos del petróleo, según Anave. Sin embargo, a los 204 barcos con pabellón español hay que sumarles otros 123 gestionados por navieras españolas bajo bandera extranjera. El 29,5% de los petroleros controlados por empresas españolas navegan bajo pabellón de otro país.
El 52% del número de buques y el 36% del tonelaje utiliza bandera de Panamá, siguiéndole en importancia, por tonelaje, la isla portuguesa de Madeira (24%), Chipre (5%) y Bahamas (3%).
Por tipos de buques, la flota de mayor edad es la de los cargueros frigoríficos, con una media de 20,3 años, seguida por la de carga general (20 años) y graneleros (19,9). Paradójicamente, la flota más joven es la de los buques de crudo y derivados, cuya edad media supera sin embargo el límite marcado por el Gobierno, pues tiene 15,2 años.