Publicidad de la nada

Los árbitros de fútbol siguen llevando en sus uniformes la publicidad de Quiero, una empresa que en agosto echó el cierre y está en quiebra. La mayoría de los colegiados coincide en calificar de "un tanto ridículo" el hecho de publicitar una marca que ya no está en la calle. La explicación que han recibido es que el contrato sigue en vigor mientras no se disuelva judicialmente esta firma de televisión digital terreste. Quiero firmó el convenio en noviembre de 2000 con la audiovisual Media Park, que el 14 de julio de 1999, a su vez, había adquirido la explotación y los derechos de imagen de los...

Los árbitros de fútbol siguen llevando en sus uniformes la publicidad de Quiero, una empresa que en agosto echó el cierre y está en quiebra. La mayoría de los colegiados coincide en calificar de "un tanto ridículo" el hecho de publicitar una marca que ya no está en la calle. La explicación que han recibido es que el contrato sigue en vigor mientras no se disuelva judicialmente esta firma de televisión digital terreste. Quiero firmó el convenio en noviembre de 2000 con la audiovisual Media Park, que el 14 de julio de 1999, a su vez, había adquirido la explotación y los derechos de imagen de los árbitros por cinco años a cambio de 9.015.181 euros.

La federación, de la que depende la organización arbitral, consideró un buen negocio la operación. Media Park, que en la actualidad tiene a Iberdrola como socio de referencia -posee el 48,33% de su accionariado-, abonó la primera anualidad, de 1.800.036 euros, la correspondiente al ejercicico 1999-2000, a pesar de que los árbitros no pudieron lucir publicidad alguna porque entonces la FIFA lo tenía prohibido.

Fue mediada la temporada siguiente, la 2000-2001, cuando Media Park encontró un patrocinador para los árbitros: Quiero, una firma de televisión digital terreste que entonces acababa de iniciar sus emisiones y está en quiebra desde el verano pasado. Media Park no debió ir demasiado lejos para encontrar ese apoyo comercial: es partícipe del 15% del capital social de Quiero. El documento suscrito entre ambas empresas, del que no se han facilitado cifras, finaliza en junio de 2005.

En Media Park y en Auna, la nueva denominación del grupo empresarial que acapara la mayoría del capital social de Quiero con un 49%, aseguran que no han roto sus respectivos contratos. Una y otra empresa advierten además que no desean incumplirlos por las consecuencias que acarrearía y por eso pagan las cantidades estipuladas en los plazos acordados.

Auna, según su director de comunicación, Manuel Bueno, "estudia la fórmula más interesante para salir del atolladero". Una de las soluciones que baraja es que otra sociedad del grupo sustituya a Quiero. En ese sentido, fuentes de la federación comentan que una marca extranjera de electrodomésticos ha mostrado su interés. Pero en Media Park se desconoce la existencia de esa oferta o cualquier otra para explotar la imagen arbitral : "En caso de que llegara, habría que estudiarla".

La federación y los árbitros insisten en que ellos no entran en los asuntos empresariales. "Ésa no es nuestra guerra", aclara Gerardo González, secretario general de la federación, cuyos dirigentes también se interesan por la extraña situación de que a los árbitros les siga patrocinando una firma que ya no existe en la calle. "Se nos ha indicado que Quiero seguirá en sus camisetas mientras no se ordene otra cosa", informa el secretario federativo.

La federación percibe de Media Park 1.800.036 euros por temporada por la explotación comercial de la imagen de los árbitros. De esa cantidad, el 53% lo destina a los comités y las escuelas arbitrales. El resto, un 47%, se lo reparten los colegiados de la Primera División y la Segunda, los únicos a los que afecta el convenio de patrocinio. Un árbitro de la máxima categoría añade por este capítulo 12.020 euros brutos anuales a los casi 80.000 que viene a cobrar por todos los conceptos a lo largo de la campaña, lo que convierte a los españoles en los mejor pagados del mundo.