Zapatero recrimina a Pujol que enrarezca el clima político con su recurso a la descalificación

El PSC insiste en que el presidente degrada el cargo al ponerlo al servicio de Mas

Los socialistas atribuyen el duro ataque que el domingo les lanzó Jordi Pujol al nerviosismo de la cúpula convergente por las magras expectativas electorales de Artur Mas. Pujol dijo el domingo que le dan 'asco' las críticas de los socialistas por la forma en que ha abordado la última crisis de gobierno. Incluso el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien Mas ha pedido una entrevista, se creyó en la necesidad de recordar a Pujol que 'hay unas determinadas palabras y un determinado lenguaje que no contribuyen al buen clima político'.

Quizá todo se deba a que, liberado de la ...

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Los socialistas atribuyen el duro ataque que el domingo les lanzó Jordi Pujol al nerviosismo de la cúpula convergente por las magras expectativas electorales de Artur Mas. Pujol dijo el domingo que le dan 'asco' las críticas de los socialistas por la forma en que ha abordado la última crisis de gobierno. Incluso el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien Mas ha pedido una entrevista, se creyó en la necesidad de recordar a Pujol que 'hay unas determinadas palabras y un determinado lenguaje que no contribuyen al buen clima político'.

Quizá todo se deba a que, liberado de la responsabilidad de presentarse de nuevo a unas elecciones, Pujol haya decidido no morderse ya nunca más la lengua. Ayer lo demostró de nuevo por la forma en que se despachó en RTVE contra la displicencia con que los dirigentes del PP han acogido algunas demandas de los nacionalistas. 'Parece que nos tomen por estúpidos. Pero no somos estúpidos', aseguró indignado.

Este lenguaje fue lo que llevó ayer a Zapatero a indicar que Pujol este tipo de palabras 'debería haberlas pensado antes de decirlas'. Porque no dignifican el debate político, dijo, ni la trayectoria de Pujol, 'que desde luego personalmente yo siempre he respetado', añadió.

En cambio, Josep Piqué, presidente del PP de Cataluña, siempre dispuesto a mostrarse próximo a CiU, explicó que le parece 'normal' el desahogo de Pujol. 'Creo que ha dicho lo que realmente siente', afirmó. 'Yo no utilizaría la misma expresión, pero resulta extraño que el PSC salga ahora en defensa de Pujol', añadió.

Pero los socialistas se inclinan más bien por creer que, además de nervioso porque las expectativas electorales de Mas no mejoran, el presidente se siente incómodo también porque Mas le ha obligado a llevar a cabo la sexta reestructuración de su Gobierno en esta legislatura. 'Siete gobiernos en tres años es un mal récord', dijo el diputado socialista Miquel Iceta.

Con más tranquilidad y serenidad que nunca, si cabe, el portavoz del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, adelantó que los socialistas no van a picar el anzuelo y no van a responder a Pujol 'con la misma moneda'. Es decir, con el mismo lenguaje. Pero eso no significa que renuncien a la crítica y por eso la ratificó ayer mismo: Pujol ha 'devaluado' la institución de la Presidencia de la Generalitat, dijo, poniéndola al servicio del candidato electoral de CiU y atribuyéndose el papel de mero 'telonero' de éste a la hora de ejercer nada menos que la responsabilidad de reestructurar el Gobierno catalán.

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También el presidente de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Saura, manifestó su desagrado por la manera en que Pujol ha abordado la última crisis de su Gobierno y el lenguaje a que ha recurrido para rechazar las críticas de la oposición. Esta pérdida de las formas es, dijo Saura, 'una muestra de que la política catalana se está degradando'.

Por esta razón, añadió, 'ICV pide a Pujol que no degrade más la política catalana y convoque elecciones. Si no quiere hacerlo porque teme una derrota de CiU, como mínimo que dimita como presidente y Mas se someta a una investidura parlamentaria para que no haya fraude democrático'.

Los socialistas han pedido también a Pujol el adelanto de las elecciones, ante la reiterada ineficacia e inestabilidad de su Gobierno, puesta de manifiesto por las seis reestructuraciones a que se ha visto obligado. E incluso el PP, incondicional sostén parlamentario de CiU, destacó la semana pasada la anormalidad de un Gobierno cuyo presidente se define como simple 'telonero' de su conseller en cap. En esta situación, el PP manifestó la conveniencia de que Pujol se someta a una moción de confianza en el Parlament.

Pujol tendrá ocasión de responder mañana a estas críticas en el Parlament en la sesión de control al Gobierno.

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