OPINIÓN DEL LECTOR

Patrimonio industrial

Lo mismo que en Venecia se hizo y se está haciendo con el Molino Stucky, y aquí en Barcelona con la Fàbrica Casaramona -reconvertida en Caixafòrum, o sea, en una iniciativa privada y cultural centrada en el arte-, ocurrió a finales de la década de 1990 y en 2000 con Can Saladrigas, en el Poblenou barcelonés. Digo esto porque esta última fue una iniciativa para preservar un patrimonio cultural e industrial del periodo del modernismo, y además da apoyo a gran cantidad de artistas de todas las disciplinas. Esto era esencial para un artista; es decir, un espacio en el que poder trabajar un ...

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Lo mismo que en Venecia se hizo y se está haciendo con el Molino Stucky, y aquí en Barcelona con la Fàbrica Casaramona -reconvertida en Caixafòrum, o sea, en una iniciativa privada y cultural centrada en el arte-, ocurrió a finales de la década de 1990 y en 2000 con Can Saladrigas, en el Poblenou barcelonés. Digo esto porque esta última fue una iniciativa para preservar un patrimonio cultural e industrial del periodo del modernismo, y además da apoyo a gran cantidad de artistas de todas las disciplinas. Esto era esencial para un artista; es decir, un espacio en el que poder trabajar un proyecto de futuro y con una cordial convivencia con el resto de colegas.

Can Saladrigas se salvó y espero que suceda lo mismo con Hangar y su entorno y con La Escocesa, Johnston & Shields en su esplendor. Son ricos ejemplos de la arquitectura industrial de un pasado cercano, que conviven en armonía con el contemporáneo.

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