Reportaje:

Termómetros como lienzos

La exposición de la Universidad de Valencia muestra 50 instrumentos científicos antiguos del millar catalogado

Un microscopio y un termómetro antiguo merecen el tratamiento de una pintura del siglo XIX. La voluntad de la exposición Obrint les caixes negres. Col.lecció d'instruments científics de la Universitat de València es 'demostrar que el patrimonio tiene un sentido muy amplio', explica el vicerrector de Cultura de la universidad Rafael Gil. La exposición que recoge una selecta muestra de 50 instrumentos científicos del más del millar de la universidad, constituye la actuación décima del programa Thesaurus, una línea emprendida por la Universidad de Valencia con motivo de ...

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Un microscopio y un termómetro antiguo merecen el tratamiento de una pintura del siglo XIX. La voluntad de la exposición Obrint les caixes negres. Col.lecció d'instruments científics de la Universitat de València es 'demostrar que el patrimonio tiene un sentido muy amplio', explica el vicerrector de Cultura de la universidad Rafael Gil. La exposición que recoge una selecta muestra de 50 instrumentos científicos del más del millar de la universidad, constituye la actuación décima del programa Thesaurus, una línea emprendida por la Universidad de Valencia con motivo de Cinc Segles para ordenar y catalogar las colecciones patrimoniales propias.

'El proceso de registrar los más de 1.200 instrumentos científicos ha sido lo más complicado', advierte Norberto Piqueras, técnico museístico y coordinador de la exposición. 'Esta universidad es grandísima y los instrumentos estaban dispersos por pasillos y laboratorios', incide. ¿Y para qué conservar termómetros antediluvianos? 'Porque los instrumentos científicos son teoremas transformados en latón', manifiesta José Ramón Bertomeu, uno de los comisarios de la exposición evocando a un historiador. Bertomeu, del Instituto López Piñero de la Universidad de Valencia, subraya la triple valía de los instrumentos científicos obsoletos como 'objetos históricos, elementos didácticos y por su valor museístico'.

La exposición se estructura en cuatro espacios de la calle La Nau: Instrumentos para la enseñanza; Instrumentos para la investigación; Instrumentos astronómicos, que recorre la historia del Observatorio Astronómico de la universidad, e Instrumentos de papel, con catálogos de los fabricantes, inventarios y facturas.

'Queremos que llegue a todo tipo de público', avanza el comisario. 'Estamos preparando material y visitas guiadas para Secundaria'. Además se ha realizado un catálogo, y se ha elaborado un CD donde han quedado registrados los 1.200 instrumentos científicos. A través de éste, se puede obtener una ficha que especifica el fabricante, material, uso y emplazamiento, entre otras características de las piezas. La exposición recoge instrumentos de la Universidad de Valencia, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de los tres institutos de secundaria más antiguos de la Comunidad Valenciana: el Lluís Vives de Valencia, el Jorge Juan de Alicante, y el Francesc Ribalta, de Castellón.

La tendencia de recobrar la ciencia no es aislada. Esta universidad forma parte de la Fundación Europea para la Ciencia, un consorcio de universidades y museos que conciben la ciencia como arte, entre las que se encuentran la Universidad de Atenas, y los museos de ciencias de Boston y Alemania. 'La ciencia gira la mirada al pasado porque los museos de las ciencias preocupados por la interactividad tienen sus limitaciones', argumenta Antonio García Belmar, también comisario de la exposición, de la Universidad de Alicante. 'Estos objetos no se palpan. Tienen otro valor'.

La exposición permanecerá abierta hasta el 2 de febrero y se ha inaugurado durante la Semana de la Ciencia de la universidad, entre cuyas actividades destaca la concesión de los premios de Divulgación Científica Estudi General-Alzira.

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