La Guardia Civil dará prioridad a los agentes con familia numerosa para vivir en las casas cuartel

La Dirección General de la Guardia Civil tiene ya lista la reforma que permitirá que agentes homosexuales puedan convivir con su pareja en las casas cuartel. Pero esta modificación, decidida a raíz de la petición de un agente destinado en Mallorca, no será la única de la orden que regula los pabellones oficiales. El cambio se aprovechará para dar prioridad a las familias numerosas en la adjudiciación de las viviendas.

Según fuentes del Ministerio del Interior, la reforma de la Orden General número 6, de 24 de marzo de 2000, sobre regulación de pabellones de la Guardia Civil, afectará a ...

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La Dirección General de la Guardia Civil tiene ya lista la reforma que permitirá que agentes homosexuales puedan convivir con su pareja en las casas cuartel. Pero esta modificación, decidida a raíz de la petición de un agente destinado en Mallorca, no será la única de la orden que regula los pabellones oficiales. El cambio se aprovechará para dar prioridad a las familias numerosas en la adjudiciación de las viviendas.

Según fuentes del Ministerio del Interior, la reforma de la Orden General número 6, de 24 de marzo de 2000, sobre regulación de pabellones de la Guardia Civil, afectará a dos artículos. En el número 12, que fija las prioridades cuando haya más de un peticionario, se eliminará la referencia al carácter 'heterosexual' de la pareja formada por el agente, de forma que cualquier 'pareja estable' podrá aspirar a ella.

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No obstante, los homosexuales tendrán en la práctica menos posibilidades, igual que los heterosexuales sin hijos, pues se dará prioridad a los agentes con familia numerosa -al menos tres hijos- a su cargo. Hasta ahora, el número de hijos no se tenía en cuenta al hacer la adjudicación.

También se modificará el artículo 16 de la Orden General, que enumera las personas autorizadas a vivir en un pabellón de la Guardia Civil, para eliminar la referencia al carácter 'heterosexual' de la pareja del agente. La estabilidad de la relación se podrá acreditar con un certificado de inscripción en el registro de parejas de hecho creado por varias comunidades y ayuntamientos.

Se suprimirá la actual exigencia de que los cónyuges no tengan 'impedimentos para contraer matrimonio entre sí', lo que eliminaba también a las parejas homosexuales, pero se requerirá que ninguno de los cónyuges tenga 'vínculo matrimonial' con una tercera persona. Esta fórmula, que impide que un agente casado y no divorciado conviva con un mujer diferente a su esposa, es similar, según las fuentes consultadas, a la que figura en las leyes sobre parejas de hecho aprobadas por comunidades como Cataluña, Valencia, Madrid y Baleares, pues nadie puede tener simultáneamente reconocida por la Administración una pareja matrimonial y otra de hecho.

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Aunque la Orden no se ha publicado todavía, ya ha empezado a tener efecto. La solicitud presentada el lunes por el guardia que quiere vivir con su novio en el puesto de Villafranca (Mallorca) no ha sido desestimada, como hubiera sido obligado con la regulación vigente, sino inscrita en el libro de registro. A la hora de adjudicar la vivienda se tiene en cuenta el orden de presentación de las solicitudes. La petición del agente que ha obligado a modificar la normativa deberá competir con dos más antiguas, aunque una de ellas corresponde a un guardia que ya tiene vivienda y pretende una mejor.

Un segundo agente podría seguir los pasos de su compañero de Mallorca. Se trata de un guardia de 35 años, destinado en Miraflores de los Ángeles (Málaga) que en la actualidad vive con su pareja en las afueras de la capital y se está planteando solicitar una vivienda para ambos en la casa cuartel, informa Leonor García.

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, recibió ayer el respaldo del presidente de la Xunta y fundador del PP, Manuel Fraga, quien dijo que la decisión de no discriminar a las parejas homosexuales había sido 'muy ponderada', aunque agregó que 'el tiempo de las casas cuartel ha terminado'.

En cambio, el obispo de Mondoñedo, José Gea Escolano, afirmó que 'por muchas presiones que haya, un auténtico gobernamente debe buscar el bien común', lo que a su juicio no se ha hecho en este caso. Tras asegurar que 'se están perdiendo los valores morales', agregó que tratar a una pareja homosexual igual que a la heterosexual 'es como una destrucción de la familia'.

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