El fiscal pide hasta 179 años para los presos del motín de Fontcalent

La penúltima sesión del macrojuicio por la insurrección de presos ocurrida en el centro penitenciario de Fontcalent en 1990, que se saldó con el asesinato de un recluso y el secuestro de seis empleados del presidio, concluyó ayer sin que el ministerio público modificase su petición inicial de condena para los 19 procesados. El fiscal reclama para los encausados entre 36 y 179 años de prisión; las defensas solicitan la libre absolución.

Las defensas de los principales encausados, Antonio Cortés Escobedo y Manuel Pinteño, ambos considerados por el fiscal como cabecillas de la revuelta, y ...

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La penúltima sesión del macrojuicio por la insurrección de presos ocurrida en el centro penitenciario de Fontcalent en 1990, que se saldó con el asesinato de un recluso y el secuestro de seis empleados del presidio, concluyó ayer sin que el ministerio público modificase su petición inicial de condena para los 19 procesados. El fiscal reclama para los encausados entre 36 y 179 años de prisión; las defensas solicitan la libre absolución.

Las defensas de los principales encausados, Antonio Cortés Escobedo y Manuel Pinteño, ambos considerados por el fiscal como cabecillas de la revuelta, y de Juan José Garfia y Héctor Guillén, aprecian que éstos sólo incurrieron en delitos de detención ilegal.

La revuelta de los presos -entre ellos reclusos muy peligrosos que cumplían largas condenas por delitos de sangre- se inició pasadas las diez de la mañana del 12 de noviembre de 1990, cuando uno de los reclusos se hizo con una de las llaves de la galería del módulo y fue liberando a otros reclusos. La revuelta se prolongó 48 horas.

En su informe final, las defensas reiteraron su rechazo al procedimiento por videoconferencia, ya que, a su juicio, vulneran los derechos fundamentales de los acusados.

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