Enza Ferrari, maestra de Callas, cree que hoy se canta con prisas
Ha tallado algunos de los talentos operísticos más deslumbrantes de los últimos años. La italiana Enza Ferrari dio clases a Maria Callas, cuando ésta ya era una gran diva, pero cree que la cosa fue al revés. 'Fue una lección a la maestra, fui yo la que aprendí de Callas, y no al contrario', dice esta mujer menuda y simpática, que imparte durante diez días un taller en el Teatro Real a 20 jóvenes cantantes iberoamericanos sobre repertorio italiano, una experiencia que se pone en marcha esta temporada por primera vez. Los alumnos son cantantes que empiezan sus carreras. 'No les voy a enseñar la ...
Ha tallado algunos de los talentos operísticos más deslumbrantes de los últimos años. La italiana Enza Ferrari dio clases a Maria Callas, cuando ésta ya era una gran diva, pero cree que la cosa fue al revés. 'Fue una lección a la maestra, fui yo la que aprendí de Callas, y no al contrario', dice esta mujer menuda y simpática, que imparte durante diez días un taller en el Teatro Real a 20 jóvenes cantantes iberoamericanos sobre repertorio italiano, una experiencia que se pone en marcha esta temporada por primera vez. Los alumnos son cantantes que empiezan sus carreras. 'No les voy a enseñar la base, eso se supone que ya lo dominan; les enseñaré a que sean capaces de elegir bien su repertorio'. Entre los errores señala, por ejemplo, 'las prisas. Es normal, los estudios están llenos de obstáculos, así que es comprensible que los cantantes tengan prisa por hacer carrera'. Son cosas definidas por el signo de los tiempos. 'Antes, un cantante se formaba para durar muchos años; hoy se han convertido en objetos de consumo, de usar y tirar'.
Al final del curso, el día 14, habrá un recital en el teatro, cuyas entradas ya están a la venta a precios de entre 6 y 12 euros. Ferrari define el talento de los cantantes iberoamericanos: 'Son latinos, y eso quiere decir que tienen sol en el sonido'. Pero en el mundo de la ópera moderna se necesita más. 'Junto al piano todo es fácil y las voces son bonitas; lo difícil llega al subir al escenario. Los cantantes buenos son los que saben mantener la calma, cuando no les afectan las ropas, ni los maquillajes, ni que el director musical ldiga una cosa y el de escena otra'.