Entrevista:JOAN IGNASI PLA | Secretario general del PSPV-PSOE

"Ya se nos percibe como una alternativa"

Joan Ignasi Pla (Atzeneta d'Albaida, 1959) cumple mañana dos años en el cargo de secretario general de los socialistas valencianos, al que llegó en el último congreso celebrado en Alicante por un margen de 10 votos. La pasada primavera reforzó su liderazgo con las primarias, y ahora considera que el partido ya ha cambiado y está en condiciones de someterse al electorado para, aprovechando que las encuestas insinúan la erosión del PP, regresar a la Generalitat.

Pregunta. En estos dos años, ¿quién ha cambiado más usted o el partido?

Respuesta. El partido ha cambiado b...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Joan Ignasi Pla (Atzeneta d'Albaida, 1959) cumple mañana dos años en el cargo de secretario general de los socialistas valencianos, al que llegó en el último congreso celebrado en Alicante por un margen de 10 votos. La pasada primavera reforzó su liderazgo con las primarias, y ahora considera que el partido ya ha cambiado y está en condiciones de someterse al electorado para, aprovechando que las encuestas insinúan la erosión del PP, regresar a la Generalitat.

Pregunta. En estos dos años, ¿quién ha cambiado más usted o el partido?

Respuesta. El partido ha cambiado bastante; yo, no tanto. Lo que pensaba entonces que había que hacer lo he hecho. Dije que había que cambiar el partido, y el partido ha cambiado. Ahora está pensando más en ganar unas elecciones que no en situarse cada uno y salvarse. La primera parte de lo que propuse en el congreso de Alicante se ha conseguido, que es que el partido esté trabajando con el objetivo de ganar elecciones. Ahora falta conseguir que la gente nos vote. Y ésa es la segunda parte, que es en la que estamos ahora. Hoy hay más posibilidades que hace dos años de que la gente nos vea como un partido fiable y como garantía de futuro.

'Muchos empresarios me han dicho que no comparten la reacción de la patronal'
'En este momento el PP está empeorando más rápido de lo que ellos podían pensar'

P. La unidad es una condición imprescindible, pero no garantiza el éxito electoral.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. Efectivamente. La unidad era una cuestión fundamental y la tenemos. Ahora hay que volver a recuperar la sintonía con lo que espera la gente de un partido como el nuestro. Recuperar el pulso social y saber cómo se puede transformar la sociedad desde una opción de izquierdas atendiendo a las reivindicaciones principales de la gente. Hoy el partido socialista está más pendiente de lo que piensa la gente, está más en la calle y ése es el reto que tenemos hasta las elecciones. Si somos capaces o no, dependerá no sólo de lo que hagamos sino también de lo que hace el adversario. Hay una sensación bastante extendida de que el PP está defraudando las expectativas que se habían depositado en él.

P. ¿Empeora más el PP que mejora el PSPV?

R. En estos momentos el PP está empeorando de un modo más rápido de lo que ellos podían pensar. El PP basaba mucho su política en la imagen, y cuando se desmoronan los pilares fundamentales de la imagen, es más fácil el deterioro. Pero también la ciudadanía está percibiendo que el partido socialista está mejorando de una forma muy rápida. Ya se nos percibe como una alternativa.

P. El descrédito del socialismo valenciano entre la sociedad ha sido muy superior al de otras federaciones más convulsas. ¿Hay un por qué más allá de los personalismos?

R. El descrédito del socialismo valenciano fundamentalmente en su inicio tiene una base muy relacionada con el descrédito del PSOE. Al PSPV le afectó muchísimo el descrédito del PSOE, dado que la sociedad valenciana es una sociedad que mira mucho hacia Madrid. Luego, es verdad que la situación de confrontación agravó la mala imagen. Pero ese inconveniente inicial ahora tiene la ventaja de que la mejora del PSOE a nivel general también nos está beneficiando.

P. Usted ganó el congreso por 10 votos. ¿El abismo se ha cerrado o la calma interior expira el día que se decida la composición de las listas electorales?

R. El abismo se cerró con las primarias y hoy tengo la convicción de que los cuadros y los dirigentes, además de los militantes, están en la clave de ganar las elecciones, y nadie va a interponer su interés personal. Por tanto estoy convencido de que habrá generosidad suficiente para hacer unas listas en clave de ganar las elecciones.

P. ¿Se verá integración o sólo el reflejo de la victoria?

R. Veremos pocas difultades para hacerlas y generosidad. Van a ser unas listas pensadas desde la experiencia, también con la renovación, pero para ganar las elecciones.

P. Un factor que lastraba su liderazgo era la ausencia en las Cortes Valencianas. ¿Ahora que Eduardo Zaplana se ha ido queda neutralizado?

R. Siempre dije que ésa no era la clave fundamental para ganar las elecciones. El Parlamento ha estado muy devaluado estos años por la forma de hacer política del PP y no era un espacio donde los ciudadanos pudieran ver qué es lo que quiere para su Comunidad. Ahora es evidente que jugamos todos en el mismo terreno de juego, y que el hipotético candidato del PP no está, de momento, en las Cortes.

P. ¿Es más asequible un candidato como Francisco Camps?

R. No tener que confrontarte electoralmente con quien no es el presidente, siempre es mejor. Pero en todo caso, lo que está ocurriendo es que hay mucha mayor incertidumbre en los ciudadanos respecto al proyecto y al liderazgo del PP que respecto al PSPV. Ahora mismo nadie sabe quién es el que manda y el que puede imprimir la política en el partido, porque Zaplana ha pensado más en su interés político que en el interés general.

P. Cada vez que usted ha negociado algo con Zaplana ha dado la sensación que le daba gato por liebre.

R. No tengo esa percepción. He mantenido la posición que me caracteriza, porque cada uno hace política como es. Soy una persona que se fía de la gente hasta que no se demuestre lo contrario. Y en política hay que intentar llegar a acuerdos siempre que sea bueno para la mayoría. Que alguien, en este caso Zaplana, buscara su rentabilidad al margen de lo que pudiera interesar a los ciudadanos, pues habrá que valorarlo cuando pase el tiempo.

P. Es curioso que de toda la reforma planteada en el Estatuto sólo alcanzaran el consenso en el sueldo de los ex presidentes.

R. Es que no está relacionado. El sueldo de los ex presidentes siempre lo consideré como un tema que había que regular. No vi tampoco un esquema de oportunismo, sino que había que hacerlo porque no estaba bien resuelto. No era bueno que una persona que hubiese ocupado la máxima responsabilidad de esta Comunidad tuviera que buscarse la vida al final, por la propia salud democrática y por la consideración que se debe a quienes nos han representado. El tema del Estatuto es distinto. Zaplana transmitió a la ciudadanía su voluntad firme de dotarnos de un Estatuto de primera, y se ha demostrado que no era verdad. Además, el PP ahora no tiene ninguna posibilidad de negociar una reforma como la queremos porque en Madrid no les dejan.

P. Si el pacto lingüístico sellaba el conflicto, como dijeron entonces, ¿por qué el PP ha vuelto a echar mano del saco de culebras ante la reunión de socialistas de la Corona de Aragón?

R. El PP no ha renunciado a la tentación de utilizar todos los mecanismos a su alcance para intentar evitar la pérdida de confianza que les lleva a perder el Gobierno. Por eso están utilizando el sistema de persecución, descalificación y cacería política de los miembros destacados del partido socialista. El PP, cuando tiene dificultades, muestra su talante verdadero, que es antiguo y autoritario. Resucitar ahora el fantasma del pancatalanismo responde al intento de transmitir a parte del electorado algo que la sociedad valenciana ha superado ampliamente. Es también la consecuencia de la falta de un liderazgo claro, porque Zaplana está en Madrid, y aunque quiere teledirigir el partido, en el día a día se le escapa.

P. Uno de los problemas del PSPV ha sido la escasa interlocución con los empresarios. Al margen de que el PP haya tocado a rebato, ¿la reacción de la patronal por la cumbre socialista de la Corona de Aragón no es un efecto más de esa causa?

R. El partido socialista tenía una falta de fluidez con el pulso social, pero en estos dos años hemos hecho un trabajo importante incluso con el empresariado. Muchos empresarios me han transmitido que las manifestaciones de Arturo Virosque y Rafael Ferrando no responden al sentir general del empresariado valenciano. Del empresariado que no le debe nada al poder, que es el que de verdad genera riqueza. Estos empresarios tienen una relación con nosotros muy importante porque hemos hecho un trabajo de recuperación de la confianza, tanto yo como José Luis Rodríguez Zapatero. Los que están en deuda con el poder, que han sido un grupo selecto y reducido, han hecho eso y seguramente tendrán que hacer más cosas.

P. ¿La reacción del Puerto de Valencia es sólo un malentendido?

R. Le he remitido a la Autoridad Portuaria una carta con el discurso que yo pronuncié en Barcelona, lamentando profundamente que se hicieran valoraciones como las que hicieron sin que yo hubiese dicho nada de eso. Lo que hice en Barcelona fue reivindicar la necesidad de que se le diese al Puerto de Valencia un trato similar al que había tenido el de Barcelona en los Presupuestos Generales del Estado. Es una equivocación terrible haberse plegado a las presiones y no llamar aquí para preguntar. Y lo dije así en Barcelona porque también era importante que lo supieran los catalanes, ya que había una cierta tendencia en ciertos ámbitos de Cataluña a lanzar la idea de que había una especie de eje Madrid-Valencia, y que todas las inversiones del Estado venían hacia aquí y no hacía allí. Y eso, con los presupuestos en la mano, es falso. Lo que hay que hacer es diseñar estrategias que no sean de competencia directa entre los dos puertos, aunque eso sea difícil de entender, porque es evidente que en el futuro nosotros tendremos que competir con otras regiones económicas y otros espacios marítimos.

Sobre la firma

Archivado En