El fiscal pide 18 años para el acusado de matar al novio de su hermana
Un jurado popular dictaminará la culpabilidad o inocencia de Teófilo Pascual Feo, acusado de asesinar de dos disparos de escopeta al novio de su hermana, Nicolás Rodríguez, la noche del 15 al 16 de diciembre de 2000, la víspera de su boda. Rodríguez había tenido enfrentamientos verbales con el acusado. Durante la vista declararán 20 testigos y una docena de peritos, que deberán determinar si el acusado sufría trastorno mental.
En la primera sesión de la vista, el acusado insistió en su inocencia y acusó a la Policía Nacional de haberle detenido e interrogado sin leerle sus derechos y de...
Un jurado popular dictaminará la culpabilidad o inocencia de Teófilo Pascual Feo, acusado de asesinar de dos disparos de escopeta al novio de su hermana, Nicolás Rodríguez, la noche del 15 al 16 de diciembre de 2000, la víspera de su boda. Rodríguez había tenido enfrentamientos verbales con el acusado. Durante la vista declararán 20 testigos y una docena de peritos, que deberán determinar si el acusado sufría trastorno mental.
En la primera sesión de la vista, el acusado insistió en su inocencia y acusó a la Policía Nacional de haberle detenido e interrogado sin leerle sus derechos y de no haber reproducido fielmente sus declaraciones. El fiscal pide una pena de 18 años de cárcel e indemnizaciones por importe de 153.000 euros para Pascual Feo por asesinato con alevosía y agravante de uso de disfraz. Las acusaciones particulares, que representan a la novia y a la familia del fallecido, solicitan 20 años de cárcel, e indemnizaciones de 300. 000 euros.
En su informe, el fiscal relata que la madrugada del 15 de diciembre de 2000 Rodríguez, de 36 años, acompañó a su novia a su domicilio. Cuando ésta entraba en el portal, se acercó al turismo de Nicolás Rodríguez una persona con la cara tapada que le disparó dos veces a bocajarro con una escopeta de caza.
Horas después, la policía detuvo como sospechoso a Teófilo Pascual Feo, hermano de la novia de la víctima, en cuyo vehículo encontraron una escopeta de caza del calibre 12 con los cañones recién limpiados. El acusado declaró que ese día salió de su casa antes de las 23 horas, se tomó un café; estuvo sentado en su coche hasta que regresó a su domicilio y fue detenido; y atribuyó los restos en su ropa a que probó su escopeta dos días antes porque iba a venderla.