Diez detenidos por falsear documentos para el permiso de armas

La red contaba con un médico y autorizó para cazar a un invidente y a otras 150 personas

Un hombre con graves deficiencias visuales a causa de unas cataratas y otro con una complicada enfermedad degenerativa se encuentran entre las, al menos, 150 personas que obtuvieron un certificado médico falseado para renovar el permiso de armas para caza. Una red organizada desde un centro médico de la capital granadina se encargaba de captar en la provincia a personas, casi siempre ancianos, interesados, a cambio de 42 euros, en conseguir el certificado para mantener el permiso de armas. Entre los detenidos, que se encuentran en libertad, figuran un médico y un psicólogo.

La banda con...

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Un hombre con graves deficiencias visuales a causa de unas cataratas y otro con una complicada enfermedad degenerativa se encuentran entre las, al menos, 150 personas que obtuvieron un certificado médico falseado para renovar el permiso de armas para caza. Una red organizada desde un centro médico de la capital granadina se encargaba de captar en la provincia a personas, casi siempre ancianos, interesados, a cambio de 42 euros, en conseguir el certificado para mantener el permiso de armas. Entre los detenidos, que se encuentran en libertad, figuran un médico y un psicólogo.

La banda contaba con una estructura de corresponsales que entraban en contacto con los posibles interesados residentes en diferentes pueblos del noreste de la provincia de Granada como Puebla de Don Fadrique, Huéscar, Galera, Orce, Cúllar y Castril. Sin desplazarse a Granada ni ser sometidos a las pruebas psíquicas y físicas preceptivas los beneficiarios lograban la autorización médica a cambio de abonar la cantidad exigida. El lucro era la única meta que comprometía a los detenidos, según el relato de la Guardia Civil.

La mayoría de los favorecidos son ancianos que temían no superar las pruebas médicas pero que querían mantener a toda costa el permiso para manejar sus viejas armas de cacería. Entre las 150 personas que pagaron a la banda se encuentran algunos incapacitados por completo para el manejo de armas, ya que padecían enfermedades degenerativas o que le afectaban la visión. En otros casos, el simple ahorro de la comparecencia en el centro médico, cuyo nombre no ha sido facilitado, era el motivo.

Línea de autobuses

Una vez que los corresponsales en los pueblos captaban a los interesados, enviaban la documentación al centro médico (una simple fotocopia del documento de identidad y una fotografía de carné) a través de un conductor de la línea regular de autobuses, que hacía las veces de correo. Tras su expedición en Granada, los certificado eran repartidos usando el mismo método.

La operación para desarticular la banda comenzó el pasado mes de mayo cuando la Guardia Civil de Guadix descubrió varios certificados falseados a nombre de un número indeterminado de vecinos de pueblos de la comarca de Huéscar. Desde entonces la investigación se centró en comprobar cómo operaba la banda y cuál era la estructura de que se servía. El descubrimiento de los individuos encargados de tomar contacto personal con los interesados llevó hasta la clínica de Granada.

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Las primeras detenciones se produjeron a finales del mes de agosto. Los encargados de recoger la documentación y el conductor del autobús son F. M. R., de 59 años; J. P. G., de 55; S. M. Z., de 41; M. O J., de 45; M. R. T., también de 41; R. M. F. P., de 37, y M. A. G. N., de 42. Con posterioridad los agentes detuvieron al médico del centro, A. I. P., de 47 años, y al psicólogo, M. A. M. L., de 43, ambos vecinos de Granada.

Todos ellos, tras prestar declaración ante el juez, fueron puestos en libertad al carecer de antecedentes penales. Están acusados de un delito continuado de falsificación de documento. La Guardia Civil también ha enviado al juzgado de instrucción la filiación de las 150 personas que lograr sus certificados médicos falseados, aunque no se les ha hecho ninguna imputación. La Guardia Civil ha dejado en manos del juez la decisión sobre la anulación de los permisos de armas obtenidos por métodos irregulares.

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