Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

COMEDIANTS LLENA DE LUZ EL MITO DE ORFEO

El grupo teatral catalán convierte una tormentosa noche de verano en una exitosa velada operística con el estreno en Peralada de una sencilla, imaginativa y colorida versión de 'Orfeo y Eurídice', de Gluck

El reto de popularizar la ópera, el espectáculo más complejo y caro de las artes escénicas, tiene en Comediants a uno de los más eficientes profetas. Anteanoche, en el marco del Festival de Peralada (Girona), Joan Font, director del grupo teatral catalán, obró, cual Merlín, el prodigio de que una ópera tan poco conocida por el gran público como Orfeo y Eurídice (1762), de Gluck, entusiasmara a una audiencia habitualmente fría que siente debilidad por la gran ópera de repertorio de títulos conocidos y por los grandes nombres de la lírica. ¿La fórmula? Contar una historia de una manera se...

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El reto de popularizar la ópera, el espectáculo más complejo y caro de las artes escénicas, tiene en Comediants a uno de los más eficientes profetas. Anteanoche, en el marco del Festival de Peralada (Girona), Joan Font, director del grupo teatral catalán, obró, cual Merlín, el prodigio de que una ópera tan poco conocida por el gran público como Orfeo y Eurídice (1762), de Gluck, entusiasmara a una audiencia habitualmente fría que siente debilidad por la gran ópera de repertorio de títulos conocidos y por los grandes nombres de la lírica. ¿La fórmula? Contar una historia de una manera sencilla, comprensible para todo el mundo, aderezada con grandes dosis de imaginación y color -negro, rojo y verde-, y presentada con una gran economía de medios. Simplicidad, en definitiva, pero convirtiendo de forma magistral lo aparentemente simple en un gran espectáculo.

Que el mito de Orfeo sea inteligible para todo el mundo es lo que logra el director de Comediants
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El éxito de esta segunda incursión de Comediants en el mundo de la ópera -la primera fue La flauta mágica, de Mozart, en un montaje que, en sus diferentes formatos, la versión original y la infantil, ha recorrido media España desde su estreno en Barcelona en 1999- fue grande en su estreno en la noche del lunes en Peralada. Un éxito de los que se recuerdan durante tiempo al que sólo los amenazantes rayos y truenos, que acompañaron cual naturales efectos especiales durante toda la función al aire libre a Orfeo en su descenso al Averno para recuperar a su amada Eurídice, empañaron el final de una gran velada de estreno en forma de furibunda tormenta que descargó un mar de agua.

'Qué terrible instante', cantaba Eurídice justo antes de morir por segunda vez al no poder Orfeo resistirse a mirarla antes de llegar a la Tierra de regreso del Infierno tras haber logrado que los dioses le devolvieran viva a su esposa, cuando las primeras gotas de la funesta tormenta empezaron a caer. Un estremecedor trueno acompañó la fulminante segunda muerte de Eurídice. A partir de este punto, cercano al final, todo fue una lucha contra los elementos. El público, atrapado por el hechizo del montaje y la excelente interpretación musical magistralmente comandada por Jesús López Cobos, se resistía a abandonar sus butacas y, con chubasqueros repartidos por los acomodadores, intentaba guarecerse de la lluvia mientras la contralto polaca Ewa Poldles, en el papel de Orfeo, cantaba la célebre y hermosa aria Che farò senza Euridice. La proeza de Orfeo al conseguir que los dioses revivieran por dos veces a su amada contagió al público que heroicamente aguantó bajo la lluvia el final de la representación y no quiso abandonar sus asientos sin haber antes premiado con intensas ovaciones a los intérpretes, el director de orquesta y el de escena.

Eufórico, Joan Font recibía bajo la lluvia en los jardines del castillo de Peralada la felicitación de amigos y espectadores. 'Lo del trueno en la segunda muerte de Eurídice ha quedado muy bien', bromeaba. 'Estoy orgulloso de crear una propuesta capaz de hacer que la ópera sea popular', dijo ya más calmado tras haber repartido besos a diestro y siniestro durante casi tres cuatros de hora. Font y el maestro Jesús López Cobos, flamante nuevo director musical del Teatro Real de Madrid, han sido en este montaje operístico auténticos cómplices. 'Procedemos de mundos muy diferentes, pero nos hemos encontrado, y creo que ha sido precisamente por las grandes diferencias que nos separan y porque ambos respetamos el trabajo del otro'.

Confiesa el director de Comediants que López Cobos le ha dado generosamente todas las claves musicales para interpretar Orfeo y Eurídice, una tragedia, género completamente opuesto a los trabajos del grupo teatral. 'Siempre había dicho que me gustaría abordar una tragedia y, cuando me propusieron en Peralada dirigir esta ópera, aunque me sorprendió, no dudé en aceptar', explica.

Font se enfrenta a la tragedia griega, en este caso fronteriza con el mito, con los ojos de la inocencia. 'Como Comediants, creamos espectáculos de creación propia en los que puedo verter todas mis obsesiones, frustaciones y deseos. Con una obra de otro autor, como este caso, no siento la necesidad, como otros directores de escena, de demostrar nada, sólo me siento obligado a ser respetuoso con la obra, a entenderla desde los ojos de la inocencia de quien no la conoce y a explicarla'.

Conocer y entender es para Joan Font la clave de cómo abordar una obra. 'Cuando leí por primera vez La flauta mágica no entendí nada', confiesa sin rubor. 'Y con Orfeo y Eurídice los comienzos no fueron fáciles. Hallé la clave en una frase de Gluck: 'La ópera es como un cuadro en el que el dibujo es el argumento y la música el color'. A partir de aquí el camino se allanó. Sólo había que contar una historia, que es lo que más me gusta, y llenarla de color', confiesa.

Que el mito de Orfeo sea inteligible para todo el mundo es lo que logra el director de Comediants recurriendo a su gran fantasía, el ingenio y la tradición popular. 'Si les contaba a mis hijos el mito de Orfeo de una manera inteligible, por qué no contarla de forma igual al público', explica. Y así fue como decidió introducir la figura de un narrador, el actor Jaume Bernadet, que, tras la obertura, explica a modo de un retablo antiguo en tres minutos y medio quién es Orfeo, su amor por Eurídice, la muerte de ésta y el viaje de Orfeo al infierno para rescatarla. Un prodigio de sencillez y eficacia.

El montaje, en el que Font toma prestada la medieval tradición de la danza de la muerte que cada Semana Santa se celebra en el pueblo gerundense de Vergés para el viaje de Orfeo al Averno, se presentará el próximo año en el Festival de San Sebastián, y en el ensayo general fue comprado por dos teatros alemanes que lo presentarán en otoño de 2004. También Tenerife y Oviedo se han interesado por él.

La contralto Ewa Podles, arrodillada, y la soprano Tatiana Lisnic, durante la representación de Orfeo y Eurídice.PERE DURAN

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