Crónica:EUROPEOS | NATACIÓN

Jivánevskaia, finalista de los 100 espalda con el segundo tiempo

La natación española continuó ayer, en la cuarta jornada de los Campeonatos de Europa de Berlín, saliendo del gran pozo en que estaba. Nina Jivánevskaia, la única gran estrella que quedaba, confirmó tras su medalla de plata en los 200 metros espalda, que puede ganar hoy los 100, su mejor prueba. Llega a la final con el segundo mejor tiempo y sería el primer oro español en esta competición.

Pero lo más positivo aún es que no está tan sola. El también espaldista David Ortega rozó ayer la medalla de bronce en los 50 metros y batió de nuevo su récord de España, como lo hizo Olaf Wildeboer e...

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La natación española continuó ayer, en la cuarta jornada de los Campeonatos de Europa de Berlín, saliendo del gran pozo en que estaba. Nina Jivánevskaia, la única gran estrella que quedaba, confirmó tras su medalla de plata en los 200 metros espalda, que puede ganar hoy los 100, su mejor prueba. Llega a la final con el segundo mejor tiempo y sería el primer oro español en esta competición.

Pero lo más positivo aún es que no está tan sola. El también espaldista David Ortega rozó ayer la medalla de bronce en los 50 metros y batió de nuevo su récord de España, como lo hizo Olaf Wildeboer en una sola jornada, para meterse en la final de los 200 libres. El nadador nacido en Sabadell (Barcelona), de padres holandeses, y nacionalizado el pasado año, se convirtió en el primer español que baja de 1.50 minutos en la distancia. Se metió el último en la final -que debe ganar también hoy, como los 100, el impresionante holandés Pieter van den Hoogenband-, con 1m 49,83s tras haber rebajado ya una primera vez en la serie matinal su plusmarca de 1m 50,35s con 1m 50,27s. El mejor júnior de 2001 ya está en la élite. Es un buen ejemplo de lo que hace ya tiempo se le pedía como mínimo a la desnutrida natación española

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Ortega, que ya el miércoles se clasificó para la final mejorando su plusmarca de 25,84s con 25,72s, hizo una décima menos en la gran cita de ayer y se quedó a otras 10 milésimas del bronce, ganado por el polaco Kizierowski. No pudo así repetir el podio de los pasados Europeos de Helsinki, donde sí logró el bronce, pero fue en 2000, año en el que hubo un nivel inferior al reservarse los nadadores para la gran cita de los Juegos de Sidney.

Jivánevskaia salió como un obús en los primeros 50 metros de la serie matinal y pasó en 29,45s, a sólo 0,09s del récord del mundo. Luego cedió, pero, aun así, hizo el mejor tiempo de las series: 1m 01,77s. Dejó a la francesa Maracineanu a un segundo y sólo se le acercó la alemana Buschulte, ganadora de la última serie, con 1m 01,86s. La germana debe de ser su gran rival hoy en la final, según se comprobó en las semifinales. En ellas hizo el mejor tiempo, con 1m 01,31s, mientras Nina ya no se esforzó tanto. Viró en 29,99s, ya más lenta, y acabó en 1m 01,48s.

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