Reportaje:

La ciencia-ficción y la vida de cada día

El científico Michael Hawley explica en la Campus TI que los 'objetos inteligentes' son una realidad

Los objetos con los que trabajan el profesor Michael Hawley y sus alumnos del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), en EE UU, no pertenecen a la ciencia-ficción, pese a que Hawley ha trabajado con George Lucas, creador de La Guerra de las Galaxias. 'La tecnología está hoy mucho más relacionada con la realidad', dijo ayer en la Universidad de Verano Campus TI en Valencia.

Hawley es el director del programa Things That Think (objetos que piensan) del MIT, un proyecto de investigación destinado a que los objetos de la vida cotidiana se adapten mejor a las...

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Los objetos con los que trabajan el profesor Michael Hawley y sus alumnos del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), en EE UU, no pertenecen a la ciencia-ficción, pese a que Hawley ha trabajado con George Lucas, creador de La Guerra de las Galaxias. 'La tecnología está hoy mucho más relacionada con la realidad', dijo ayer en la Universidad de Verano Campus TI en Valencia.

Hawley es el director del programa Things That Think (objetos que piensan) del MIT, un proyecto de investigación destinado a que los objetos de la vida cotidiana se adapten mejor a las necesidades de las personas gracias a la ayuda de la tecnología. Ayer habló precisamente de esos trabajos.

La comunicación entre los objetos inteligentes es, para Hawley, la clave del desarrollo tecnológico. 'Pero tienen que ser objetos baratos, fáciles de usar y que mejoren la calidad de vida', precisó. Un ejemplo 'algo absurdo' le sirvió para ilustrar sus ideas: un experimento realizado con una sofisticadísima máquina de café, que 'si sabías utilizarla correctamente, preparaba un café magnífico'. En lugar de forzar al usuario a que aprendiera a manejarla, decidieron que fuera la propia máquina la que supiera cómo preparar el café. 'Cogimos dos tazas distintas, una para café espresso y otra para capuchino, y les colocamos un chip a cada una', contó. La comunicación entre la máquina y el chip hacía que al colocar la taza, el café saliera de forma inmediata. 'Evidentemente, preparar un café es algo mucho más sencillo', bromeó.

Una de las obsesiones de Hawley es poner la tecnología al servicio del cuerpo humano. 'Estamos trabajando en un reloj que realiza un seguimiento exhaustivo de la salud y que será muy útil en los países subdesarrollados, donde los servicios sanitarios son muy deficientes', explicó. Y recordó que ya se están desarrollando marcapasos que envían información sobre el estado del paciente directamente a su médico. En definitiva, aparatos que sustituyen la comunicación entre enfermo y doctor. 'Las personas ya no necesitarán hablar tanto', afirmó.

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