Arcan, absuelto del robo en un chalé de Alcobendas pese a que sus huellas dactilares estaban en un cristal

Pietro Arcan, ciudadano moldavo de 24 años y presunto autor del crimen de Pozuelo que costó la vida en junio de 2001 al abogado Arturo Castillo, y heridas a su mujer y a sus dos hijas, en su chalé de esa localidad, ha sido absuelto de otro delito: el robo con fuerza en un chalé de Alcobendas en 1999. Y ello a pesar de que la policía halló una huella dactilar de Arcan en un cristal de una ventana de la vivienda asaltada. El fiscal pedía para el acusado cinco años de prisión.

La sentencia considera probado que Moira Clark, la estadounidense propietaria del chalé asaltado en Alcoben...

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Pietro Arcan, ciudadano moldavo de 24 años y presunto autor del crimen de Pozuelo que costó la vida en junio de 2001 al abogado Arturo Castillo, y heridas a su mujer y a sus dos hijas, en su chalé de esa localidad, ha sido absuelto de otro delito: el robo con fuerza en un chalé de Alcobendas en 1999. Y ello a pesar de que la policía halló una huella dactilar de Arcan en un cristal de una ventana de la vivienda asaltada. El fiscal pedía para el acusado cinco años de prisión.

La sentencia considera probado que Moira Clark, la estadounidense propietaria del chalé asaltado en Alcobendas, interpuso el 8 de abril de 1999 una denuncia en la que manifestaba que hacia la medianoche del día anterior, cuando regresaba a su domicilio, se dio cuenta de que alguien había entrado a robar. Los asaltantes habían desmontado el marco de una de las ventanas y se habían llevado, entre otras cosas, cámaras de vídeo y fotográficas. Además, sustrajeron un coche todoterreno encontrado 18 días después en Coslada.

Cuando ocurrieron los hechos, anteriores al crimen de Pozuelo, Arcan residía en Coslada. Esto, unido a que la policía halló una huella suya en un cristal de la casa, encaminó las investigaciones hacia él.

Arcan -que está recluido e incomunicado en una celda de máxima seguridad de la prisión de Soto del Real desde el pasado verano- argumentó en el juicio que, en la época en la que se cometió el robo en el chalé de Alcobendas, trabajaba como cristalero en una empresa de Villaverde (cuyo nombre no recordó), y que uno de los cristales transportados por él -y que por tanto tendría sus huellas- podría haber llegado a esa casa. El juez de lo Penal número 15 ha estimado que las pruebas practicadas no acreditaron la participación de Arcan en los hechos. 'Los peritos que declararon (..) lo único que acreditan es que una huella dactilar del acusado apareció asentada en un cristal, si bien se acredita también que dicho cristal pertenecía a una ventana de la cocina y había sido desmontado del lugar que ocupaba en dicho inmueble', concluye. El juez, además, señala que Moira Clark regresó a Estados Unidos y la policía no pudo localizarla para que testificara.

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