Absurda y cruel

Debido a que comenzamos una época protagonizada por eventos taurinos y festejos similares a lo largo y ancho del Estado, no quiero perder la oportunidad de aprovechar para demostrar públicamente mi repulsa ante estas tradiciones absurdas y crueles.

Nada, absolutamente nada puede justificar la muerte y tortura de un animal a manos de un ser humano, pero mucho menos el entretenimiento y la financiación de un negocio que ha dejado hace mucho tiempo de ser lucrativo.

Ante la situación de facto de que miles de euros procedentes de los fondos públicos se gastan cada año para fin...

Debido a que comenzamos una época protagonizada por eventos taurinos y festejos similares a lo largo y ancho del Estado, no quiero perder la oportunidad de aprovechar para demostrar públicamente mi repulsa ante estas tradiciones absurdas y crueles.

Nada, absolutamente nada puede justificar la muerte y tortura de un animal a manos de un ser humano, pero mucho menos el entretenimiento y la financiación de un negocio que ha dejado hace mucho tiempo de ser lucrativo.

Ante la situación de facto de que miles de euros procedentes de los fondos públicos se gastan cada año para financiar espectáculos taurinos, ante la situación de que muchas entidades privadas y públicas fomentan con sus ayudas esta barbarie, y ante la situación de que cada vez son menos las personas que aprecian este arte, quiero invitar a la productiva reflexión de si merece la pena mantener una costumbre basada en el asesinato y el sufrimiento de un animal.

Por eso, aprovecho estas líneas para expresar mi denuncia y mi rechazo a la vertiente más absurda, grotesca y sangrienta de ese festejo que llamamos en general sanfermines y que, por gracia o desgracia, comparte día grande con mi cumpleaños. El mayor regalo que pudiera obtener sería que el dinero del contribuyente fuera a parar a mejoras sociales y no para torturar animales.